La cantidad de agua caída como consecuencia del huracán Harvey provocó el hundimiento de la corteza terrestre en la zona de Houston y provocó que ésta se hundiera unos 2 centímetros. Además de centenares de calles anegadas por el agua, viviendas inutilizadas y miles de evacuados, el hundimiento de la corteza provocó el derrame de productos químicos de una planta industrial y severos daños a las personas y al ambiente. Hay en camino una importante demanda judicial.

El huracán Harvey con graves consecuencias

Los cálculos más optimistas señalan que el huracán Harvey dejó caer unos 86 billones de litros de agua sobre el sur de Texas. Sólo en el condado de Harris, donde se encuentra enclavada la ciudad de Houston, el cálculo de las precipitaciones asciende a 4,5 billones de litros.

Lo cierto es que semejante cantidad de agua caída durante el paso del huracán Harvey provocó, según los especialistas, el hundimiento de la corteza terrestre. Esto ha hecho que hoy, Houston esté 2 centímetros más bajo, agudizando el problema de las inundaciones por el agua acumulada.

Los científicos alegan que este es un fenómeno natural, como cuando uno salta sobre un colchón que primero se hunde y luego vuelve a la normalidad. Ellos esperan que en poco tiempo la situación de la corteza se normalice. Pero, existen daños que llevarán un largo tiempo ser reparados.

Este fenómeno, tiene más que ver con el agua acumulada que con las lluvias en sí mismas. La falta de escurrimiento provocó la acumulación, que se calcula en una tonelada de peso por metro cúbico de agua.

Los efectos por el hundimiento de Houston

Las dramáticas escenas de ciudades inundadas y habitantes evacuados fueron la postal cotidiana durante el paso del huracán Harvey. Pero, uno de los efectos más graves causados por el fenómeno climático, fue la explosión de los depósitos de la compañía Arkema que procesa compuestos químicos como los peróxidos orgánicos, utilizados para la elaboración de diversos productos que van desde plásticos hasta pinturas.

La situación en Arkema se descontroló luego que las aguas inundaran las instalaciones, ubicadas a 25 millas de Houston. Con la tormenta, el suministro eléctrico salió de servicio y esto evitó que los refrigeradores mantuvieran estables los depósitos de peróxidos. Se produjo una explosión y la nube tóxica afectó la zona.

Ahora, Arkema enfrenta una demanda judicial por parte de siete ayudantes del sheriff que trabajaban en la custodia del perímetro de exclusión, alrededor de la planta. Los funcionarios demandantes alegan que no fueron advertidos de los daños provocados por los vapores químicos. Según las declaraciones, los ayudantes del sheriff sufrieron intoxicación, al igual que algunos médicos socorristas.

Parte de la demanda señala que la fábrica, afectada por el huracán Harvey, no contaba con las condiciones adecuadas de almacenamiento para enfrentar este tipo de circunstancias que estaban advertidas con antelación.

¿Estaban preparados para la excepcionalidad?

Hasta el momento ningún organismo gubernamental, incluyendo la Agencia de Protección Ambiental, ha dado a conocer los resultados de los monitoreos de aire. Desde los entes reguladores ambiental de Texas no se han suministrado los inventarios de productos químicos que poseía Arkema, bajo el argumento de confidencialidad por seguridad nacional.

En 2016, investigadores de la Universidad de Texas advirtieron que Arkema constituía un riesgo frente a eventualidades como el huracán Harvey.

En los protocolos de prevención de accidentes, Arkema dice estar preparada para huracanes y pérdidas de energía. Nada de esto ocurrió durante el paso del Harvey.