¿Logrará, la inteligencia artificial, reemplazar a los hombres y las mujeres de Wall Street en un futuro próximo? Hasta el momento, la pregunta ha logrado nuevas incógnitas y pocas respuestas. Es cierto que, en un futuro cercano, muchas de las actividades cotidianas de los seres humanos, serán reemplazadas por la inteligencia artificial. Pero para las inversiones en los diferentes mercados financieros, prescindir de las “viscerales” decisiones humanas, es algo que aún puede estar lejos ¿Qué dicen los entendidos?

No todos son patrones en Wall Street

Han pasado diez años y mucha agua ha corrido bajo el puente, desde que los algoritmos fallaran y los traders que confiaban en las computadoras vieron derrumbarse los activos. Millones de dólares de pérdida y el fondo más importante de Goldman Sachs debió realizar un cierre eventual.

A pesar de aquella experiencia, hoy se trabaja denodadamente para que la inteligencia artificial y el aprendizaje automático abran la puerta a las inversiones automatizadas. Pero, a cada paso de avance aparecen nuevos interrogantes que ponen en duda si la inteligencia artificial podrá apoderarse de las operaciones en Wall Street.

Los especialistas trabajan en desarrollar equipamientos, basados en la inteligencia artificial, capaces de establecer patrones y determinar las mejores inversiones en los diferentes mercados financieros. Sin embargo, uno de los principales inconvenientes es que los patrones que desarrollan estos prototipos son “tan buenos” que se alejan de cualquier comportamiento humano y, finalmente, no se corresponden a un comportamiento real.

Otro de los grandes interrogantes parte de establecer un futuro hipotético, donde la inteligencia artificial y el aprendizaje mecanizado de lugar a diferentes estrategias de inversión y terminen, finalmente, enfrentándose entre sí en los mercados ¿Quién ganará? ¿Quién perderá?

El principal obstáculo que se presenta para el desarrollo de patrones de aprendizaje en las operaciones de Wall Street y del resto de los mercados, es que estas nuevas formas de inteligencia artificial no activen patrones falsos, creados a partir de una serie datos históricos, pero alejados de la realidad.

Los inversores confían en sus instintos

A la hora de evaluar el uso de equipamiento, la mayoría de los inversores prefiere sólo utilizarlos como referencia, ver comportamientos anormales, pero nunca confiarles la decisión final. Ellos saben que mucho de lo que mueve los mercados o la información a procesar es ruido carente de fundamentos ¿Podrá la inteligencia artificial evitar ser engañada por este tipo de información?

La inteligencia artificial logra tomar una decisión en Wall Street, a partir de procesar variables y acumular datos históricos que, aunque sean confiables, los patrones elaborados serán tan complejos que se dificultaría explicar por qué el ordenador tomó tal o cual decisión.

Mediolanum Asset Management ha desarrollado un sistema de inteligencia artificial que se basa en 20 años de datos y 1500 variables de comportamiento y, a partir del aprendizaje automatizado, recomienda operaciones. Desde el fondo dicen que este tipo de acciones se aplica sobre una pequeña parte de su cartera de 20.000 millones de dólares y que la decisión final sigue estando en manos de los gestores de fondos.

Para otros analistas, la inteligencia artificial tendrá serias dificultades en Wall Street cuando muchos de los comportamientos de los activos están vinculados a factores ajenos a la economía y más cercanos a las decisiones políticas ¿Podrán los patrones desarrollados interpretar esto?

Por ahora, y tal vez por un tiempo prolongado, Wall Street estará a salvo de la inteligencia artificial y será la intuición humana un componente esencial del funcionamiento de los mercados.