Este jueves, la Bolsa de Tokio mostraba en sus pizarras una nueva y fuerte caída de las acciones de Toshiba. El gigante de la electrónica, de origen japonés, registra su tercer día consecutivo de bajas en el precio de sus acciones, luego de anunciar este lunes que podría sufrir fuertes pérdidas por la compra de una empresa dedicada a la construcción de plantas nucleares en los Estados Unidos.

La noticia explotó como una verdadera bomba en los mercados asiáticos y en lo que va de la semana, las acciones de Toshiba se han derrumbado hasta casi un 50% de su valor. Será difícil prever como este emporio empresarial podrá recuperar la confianza de los inversores, algo que las calificadoras también ven con preocupación.

¿Cómo comenzó el “martes negro” de Toshiba?

El día lunes pasado, luego de las fiestas de navidad, el presidente de Toshiba Corp. anunciaba algo que ya se había filtrado en algunos medios periodísticos: la empresa japonesa enfrentaba la posibilidad de perder varios miles de millones de dólares por un negocio “mal calculado” en los Estados Unidos.

Satoshi Tsunakawa, presidente de la compañía, explicó a los medios y a sus accionistas que la compra de CB & I Stone & Webster, una empresa dedicada a la construcción de plantas nucleares, tendrá un costo mucho mayor al previsto, ocasionando importantes pérdidas. La empresa fue adquirida en el año 2015 a través de Westinghouse, perteneciente al grupo Toshiba.

Toshiba y los anteriores propietarios de CB & I Stone & Webster – Chicago Bridge & Iron – mantienen un litigio por la valoración de los activos de la empresa y todo indica que los anteriores propietarios llevan las de ganar.

Luego de conocida la noticia, la reacción de los mercados fue inmediata. Las acciones comenzaron a caer y se calcula que la capitalización bursátil de Toshiba habría sufrido una pérdida de unos 6.500 millones de dólares.

¿Cuáles son las expectativas a futuro con Toshiba?

Para las principales analistas de riesgo, la situación de Toshiba es sumamente incómoda y podría profundizarse en las próximas semanas, a medida que se conozca el verdadero impacto negativo por la adquisición de CB & I Stone & Webster.

Todas las agencias de calificación tomaron rápido resguardo y rebajaron la calificación de la empresa. Moody’s colocó una calificación de Caa1 – rebajándola desde B3 – y dejó abierta la posibilidad de una próxima revisión que podría implicar una nueva rebaja.

Antes, Standard & Poor’s había rebajado a Toshiba de B a B- y junto con esto se disparaban los seguros de crédito de la empresa japonesa, haciendo más difícil aún las perspectivas a futuro. En los planes de la compañía está capear el temporal mediante una ampliación mediante la toma de deuda, algo que está seriamente cuestionado debido al derrumbe de sus bonos.

Todo parecía bien encaminado cuando Toshiba logró superar el impacto que fue conocer en 2015 que sus directivos anteriores habían cometido fraude contable. Ahora deberá revisar de manera inmediata su previsión de beneficios netos de 145.000 millones de yenes.
Lo que suceda con Toshiba deberá ser seguido con mucha atención, debido al fuerte impacto que tiene sobre los mercados asiáticos.

En el siguiente gráfico de 240 minutos, se puede apreciar la fuerte caída de la acción de Toshiba en bolsa de Tokio.