Dos escenarios bastante disímiles se observan por estos días en los mercados bursátiles. Mientras en Wall Street la aversión al riesgo parece haberse apoderado de los inversionistas, las acciones chinas muestran su mejor comportamiento de los últimos dos años. El viernes y este lunes, el índice Shanghái Composite subió con fuerza. De esta manera, las acciones chinas lograron revertir, al menos provisoriamente, un año de golpes debido a los temores de la guerra comercial. Los anuncios del gobierno encabezado por Xi Jinping hacia el sector privado generan entusiasmo. La volatilidad del índice asiático se disparó.

El gobierno de Xi Jinping movió las acciones chinas

La semana anterior, las acciones chinas sufrían los embates que generan los temores a la guerra comercial. El índice Shanghái Composite llegaba a su nivel más bajo en cuatro años. La situación movió las estructuras del gobierno chino que salió a la palestra con un conjunto de medidas.

El propio presidente Xi Jinping anunció una serie de acciones dirigidas a apoyar al sector privado. Una de las medidas más influyentes que se anunciaron fue un plan para reducir los impuestos sobre la renta personal.

Esta promesa provocó un importante repunte de las acciones chinas y el índice Shanghái Composite subió el viernes un 2,6%, y este lunes lo hizo un 4,1%. El mejor comportamiento registrado desde hace dos años.

De acuerdo con los analistas, las medidas que está adoptando el gobierno de la República Popular China, la segunda economía mundial, se irán profundizando. Las acciones chinas se destacaron por reflejar el peor año en comparación con resto de los mercados bursátiles.

El Shanghái Composite quiere ser el reflejo de un cambio

Los efectos de la guerra comercial entre Estados Unidos y China y una incipiente desaceleración en el crecimiento económico han conspirado contra el índice asiático. El Shanghái Composite ha sido el que más ha caído durante este 2018.

El presidente Xi Jinping parece haber emprendido un camino que le permita recuperar la confianza de los inversores. Los analistas confían en que se vislumbran oportunidades en el horizonte. Los cambios bruscos en los precios de las acciones chinas elevaron el índice de volatilidad. Para el Shanghái Composite, la medición de 10 días llegó al 45%. S el registro de volatilidad más alto de todos los mercados bursátiles.

Ahora, habrá que considerar los riesgos. El nivel de volatilidad evoca los tiempos en que estalló la burbuja de 2015 en el mercado chino.

Esta pequeña euforia en las acciones chinas empujó, también, a las acciones en Hong Kong. El indicador Hang Seng subió un 2,3%.

La recuperación del camino del riesgo por parte de los inversores hizo que el yuan retrocediera. La moneda china bajó un 0,1%. En el mismo camino, el rendimiento de la deuda pública a 10 años subió 3 puntos básicos.