Casi como un mantra, los hombres del gabinete de Donald Trump – y él mismo – se adjudican la responsabilidad del espectacular rally que vienen protagonizando las acciones norteamericanas, luego de las elecciones de noviembre pasado. Ahora fue Steven Mnuchin, secretario del Tesoro, quien advirtió a la “clase política” y al Congreso que, si no se aprueba la reforma impositiva, serán responsables de la caída en el precio de las acciones. Analistas y observadores rechazan estos argumentos y señalan que podrían volverse en contra de la actual administración.
Steven Mnuchin y un crédito que puede ser pesado
Para la administración de Donald Trump parece haberse convertido en una obsesión, relacionar diariamente el alza constante de las acciones norteamericanas con la demora, por parte del Congreso de Estados Unidos, en aprobar la reforma impositiva que pretende impulsar el gobierno.
El secretario del Tesoro ha mencionado que la responsabilidad por parte del Congreso en la demora del proyecto podría ser la culpable de una reversión de la tendencia alcista en el mercado bursátil que, se ha elevado casi un 20% desde el día en que Donald Trump fue electo presidente de los Estados Unidos.
Al parecer, no sólo para Steven Mnuchin, sino para todo el equipo de gobierno la tarea es mostrar que son los responsables directos de la suba del precio de las acciones en Wall Street. No transcurre un día sin que los hombres del gobierno traten de colgarse de la cola de este cometa en ascenso.
Es cierto que el mercado bursátil ha añadido unos 2,5 billones de dólares en valores de mercado desde que Trump anunció su propuesta de reducir los impuestos corporativos, el ambicioso plan de infraestructura y eliminar las regulaciones. Pero, a diferencia de Steven Mnuchin y de Donald Trump, no todos en los mercados financieros opinan que esas sean las causas fundamentales del rally de acciones.
El debate está lejos de resolverse, pero como señaló Tom Anderson de Boston Private Wealth, “los políticos toman el crédito por los buenos momentos del mercado de valores y no quieren cargar con las culpas cuando el mercado es malo. Esto es tan viejo como las acciones”.
Los mercados no acuerdan con Steven Mnuchin
Los responsables de estrategias en Wall Street tienen una visión diferente. Para ellos el rally de acciones tiene más que ver con los informes de ganancias de las empresas que ya llevan cinco trimestres consecutivos en alza, la economía mundial que empieza a recuperarse en forma armónica y el compromiso de la Reserva Federal en llevar un ajuste en forma gradual.
Los encargados de predecir los futuros niveles de S&P 500 han dejado por fuera la reforma laboral en sus análisis de perspectivas.
Tony Dwyer, estratega de Canaccord Genuity Inc., ha pronosticado que el S&P 500 no sufrirá ninguna reducción para fin de año y dice – irónicamente – que no conoce a ningún gerente que haya modificado su cartera en función del futuro de la legislación impositiva.
Desde Wells Fargo opinan en un sentido similar y no creen que la amenaza de Steven Mnuchin se cumpla. Para el banco, la demora o la no aprobación de la reforma puede agregar algo de volatilidad a los mercados bursátiles, pero de ninguna manera afectará de forma masiva.
Según una encuesta de E*Trade Financial Corp., sólo un tercio de los encuestados adjudica el rally de las acciones a las promesas impositivas de Donald Trump, el resto considera que la mejora global de la economía y las ganancias de las empresas son el motor del crecimiento de los mercados bursátiles.
Ni Donald Trump tuiteando la pizarra del Dow Jones cuando superó los 23.000 puntos, ni Steven Mnuchin amenazando al Congreso con ser los responsables de la caída del mercado de valores logrará resolver el profundo debate en el que se encuentra la reforma tributaria.
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