Si observamos la foto, el comportamiento de los mercados bursátiles en Estados Unidos deja ver un crecimiento que sólo es comparable con las ya pasadas épocas de las puntocom. Ahora bien, si tratamos de mirar más detenidamente, la realidad es que los mayores índices de crecimiento vienen de la mano de los reportes de ganancias de las grandes compañías que cotizan en Wall Street. Ahora que la “temporada de ganancias” ha finalizado y no habrá nuevos reportes hasta julio, el mercado de valores muestra las viejas fisuras de siempre y la vulnerabilidad a los choques críticos.

Los reportes de ganancias, un combustible necesario

Se ha convertido en una constante, las temporadas en las cuales las empresas presentan sus reportes de ganancias trimestrales se han convertido en la locomotora con la que avanza el tándem del mercado de valores de Estados Unidos.

Las principales compañías han venido exhibiendo resultados que se elevan por encima de los números generales de la economía norteamericana y empujan con fuerza el S&P 500, de aquí se desprende que durante la temporada de reportes de ganancias el índice se hubiera elevado más de 910 puntos y por fuera de temporada, su comportamiento es errático y apenas se ha superado 17 puntos.

Los resultados de las grandes corporaciones llevan a los mercados a mostrar récords de comportamiento en momentos que la economía hace profundos esfuerzos por levantarse sólo un 2%.

Wall Street sin reportes de ganancias

La crisis política que se ventilaba la semana pasada desde la Casa Blanca hizo caer los indicadores bursátiles y surgió el interrogante sobre hasta dónde llega la vulnerabilidad de los mercados bursátiles sin el empuje de los informes corporativos de resultados.

Sin los reportes de ganancias, los mercados bursátiles muestran que la economía norteamericana aún no es los suficientemente fuerte para alejar los fantasmas.

La caída del jefe máximo del FBI, James Comey, y las consecuencias posteriores hicieron temblar los mercados y el S&P 500 tuvo su peor descenso en ocho meses.

Antes habíamos sido protagonistas de cómo los mercados evadían con excelentes resultados la crisis con Corea del Norte, los problemas de agenda de la Administración Trump y las restricciones bancarias en China.

Ahora que no habrá nuevos reportes de ganancias hasta julio, la incógnita se posa sobre el grado de vulnerabilidad de los mercados a la cotidianeidad de la política y de la economía y un dato que describe esto es que desde 2013, el S&P 500 en 8 de los 18 tramos retrocedió cada vez que no se presentaron los informes de ganancias.