Todos recordamos los esfuerzos de Donald Trump para evitar que la empresa Carrier, de aires acondicionados, trasladara su planta de Indianápolis a México. Fue cuando aún Trump era presidente electo y él mismo aprovechó para criticar el tratado de libre comercio con el país azteca y con Canadá. Ahora, la empresa acaba de anunciar que el 90% de la fuerza laboral de la planta será reemplazada por robots. El salvataje que no fue.

Carrier, Trump o cómo hacer publicidad

Desde febrero de 2016 la fábrica de equipos de aire acondicionado Carrier, integrante del grupo United Technologies, venía anunciando que trasladaría sus operaciones de la planta de Indianápolis a la ciudad de Monterrey, en el norte de México.

Donald Trump, uso la intención de traslado para criticar duramente el Acuerdo de Libre Comercio durante su campaña electoral. Una vez electo presidente, junto al gobernador de Indianápolis presentaron el acuerdo de ayuda a Carrier para evitar que la empresa se relocalice, presentando un “salvataje” de los puestos de trabajo.

Siempre se puso en duda el verdadero alcance del acuerdo y en su momento fue muy criticado por los representantes sindicales de los trabajadores. El caso de Carrier se convirtió en un emblema antes de la asunción de Trump a la presidencia y fue usado con una bandera de propaganda.

Un salvataje de poco alcance

La noticia impactó con fuerza cuando el martes pasado la empresa Carrier presentó un plan de robotización de una parte de las operaciones de su planta en Indianápolis. El programa se iniciará el 20 de julio de este año y se extenderá hasta el 22 de diciembre. Serán despedidos 632 empleados que se suman a los 670 despidos que se mantuvieron a pesar de la intervención de Trump.

Por otro lado, Carrier mantiene el plan de cierre de instalaciones que implica una reducción de 600 puestos más.

El gobernador Pence, Donald Trump y Carrier habían presentado en aquella oportunidad el acuerdo al grito de “hemos salvado más de 1.000 empleos”. Nada más alejado de la realidad, si vemos los números, cuando Carrier comenzó a amenazar con irse a México, la planta contaba con 2.000 trabajadores, se espera que al final del programa de robotización queden 150.

Finalmente, los puestos “salvados” por Donald Trump fueron para la foto.