El camino para que la reforma impositiva prometida por Donald Trump durante su campaña electoral y que asegura importantes recortes en las tasas corporativas, parece ser cada vez más sinuoso. La reducción de impuestos que propone la reforma impositiva del GOP podría imponer una serie de recortes automáticos al plan de gastos que afectaría, entre otros programas, a Medicare y esto pone los nervios de punta a algunos legisladores republicanos que verían caer en picada su caudal electoral en sus distritos.

La reforma impositiva y el recorte a Medicare

De acuerdo con los datos suministrados por la Oficina de Presupuesto del Congreso, la reforma impositiva impulsada por los líderes del GOP significará un recorte en una amplia gama de impuestos – incluyendo un fuerte recorte a los corporativos – valorada en unos 1,5 billones de dólares.

El nivel de afectación de los ingresos del presupuesto disparará de forma automática, una serie de recortes a programas de gastos que son considerados sensibles. Esto como consecuencia de la aplicación de la “ley Paygo”. Una normativa que prevé que un aumento de gastos o una reducción de ingresos deberá considerar de manera automática una compensación en el presupuesto.

Los recortes automáticos en los programas de gastos podrían alcanzar a Medicare – a pesar de la promesa de Donald Trump de no tocar ese beneficio – que perdería unos 25 mil millones de dólares. Otros recortes sumarían 111 mil millones más y afectarán a programas agrícolas y a jubilados.

Los legisladores frente a la reforma impositiva del GOP

Los recortes automáticos a los programas de gastos que dispararía la reforma impositiva del GOP ha puesto nerviosos a algunos legisladores republicanos que verían minadas sus posibilidades frente a sus electores, allí donde los programas a recortar son importantes.

Por otro lado, pretender que la reforma sea aprobada sin los recortes, provocará fuertes debates con los halcones republicanos que no están dispuestos a dejar pasar un mayor déficit presupuestario.

Las dudas sobre la reforma impositiva alcanzan, también, a los legisladores demócratas que se debatirán en la disyuntiva entre votar una reforma que evite las reducciones a los gastos, pero que a su vez los recortes impositivos beneficien a los sectores más poderosos de la economía. O, poner las trabas necesarias para evitar que la reforma pase.

La reforma impositiva necesita de, al menos, ocho legisladores demócratas y esto abre un escenario de negociaciones donde podría entrar el debate sobre el financiamiento que permita mantener el gobierno federal abierto luego del 8 de diciembre.

Serán días febriles en el Congreso de los Estados Unidos si la reforma impositiva del GOP quiere ver la luz.