Cuando la Reserva Federal lanzó su política de flexibilidad cuantitativa, asestó un profundo golpe a la volatilidad existente en los mercados. Claro, hoy la entidad monetaria acumula 4,3 billones de dólares en activos – valores hipotecarios y del Tesoro – y ha llegado el momento de comenzar a achicar el balance de la FED. Para algunos analistas, colocar esta gran cantidad de activos en el mercado, por más que se realice de forma gradual, causará los mismos efectos que un aumento de las tasas de interés y podría suponer un golpe para los mercados de riesgo.

El día de reducir el balance de la FED tenía que llegar

“El evento más esperado de la historia del banco central”, así lo ha denominado Walter Schmidt de FTN Financial. Es cierto, ahora al Reserva Federal tiene la obligación de desafiar los comentarios y establecer un cronograma que le permita al balance de la FED desprenderse de ese cúmulo de activos sin causar una hecatombe en los mercados.

¿Cuáles son las razones que nos devolverían a la volatilidad? Hablar de 4,5 billones de dólares de activos acumulados es una cifra demasiado importante para no considerarla un problema. Si la FED decide comenzar a reducir su balance, se trata de volcar al mercado esa enorme cantidad de activos. Trataremos de analizar de manera sencilla algunos de los problemas que podrían presentarse.

La sobreoferta de MBS

En el Balance de la FED, 1,77 billones de dólares corresponden a valores respaldados por hipotecas. Esto representa, en la actualidad, un 31% del total del mercado hipotecario. Una vez que estos activos, en poder de la Reserva Federal, se vuelquen al mercado, los precios van a caer y habrá una suba importante de los diferenciales hipotecarios.

Este aumento de los diferenciales ampliará la brecha con los bonos del Tesoro y esta oferta, lógicamente hará caer la demanda. El circuito de fondos se encontrará, en algún momento, sin salida. Los observadores creen que la Reserva Federal comenzará con ofertas de 5.000 millones de dólares de MBS.

Crecimiento del riesgo de convexidad

Posiblemente, la Reserva Federal deba olvidarse de aumentar las tasas de interés mientras su tarea es reducir su balance. Sin embargo, las tasas hipotecarias seguirán subiendo como consecuencia de la mayor oferta y caída de los precios de los valores. Esto hará que los deudores comiencen a tener un ritmo de pago más lento y la vida de la deuda hipotecaria se hará más larga.

Por supuesto, aunque vale la pena aclararlo, si la FED decide mantener el aumento de las tasas de interés, el golpe será doble y aumentará la vida promedio de los valores.

Con estos aumentos de la vida promedio de los valores, cuando comience a reducirse el balance de la FED, el riesgo de convexidad aumentará. Los valores de menor duración se vuelven más vulnerables al aumento de tasas y esto, posiblemente transforme el mercado de bonos en más volátil.

Peligran los activos de riesgo

Los inversionistas saben que la reducción del balance de la FED traerá un aumento de la prima a 10 años, simplemente para poder mantener el atractivo de los instrumentos a largo plazo. Para Merrill Lynch la prima a largo plazo podría aumentar 47 puntos básicos en los próximos dos años.

Estos aumentos de las primas podrían provocar un retiro de las inversiones en los mercados de riesgo, como por ejemplo las acciones. Aunque no todos están muy convencidos que esto pueda ocurrir. Los mercados accionarios han logrado máximos récords y nadie quiere que eso decaiga.

Los bonos del Tesoro

Quien también deberá jugar su propio partido cuando comience la reducción del balance de la FED es el propio Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. La tesorería deberá decidir cuál será su estrategia, si los bonos a corto plazo o empujar aquellos a 30 años con tasas superiores al 3%.

Para los especialistas, el Tesoro deberá empujar los bonos a corto plazo o front-end y esto provocará un aumento de las tasas.

Reducir el balance de la FED no será tarea sencilla para los funcionarios de la entidad monetaria. Todo indica que las turbulencias serán inevitables y los mercados sentirán el impacto de salir de la flexibilidad cuantitativa para entrar en lo que muchos ya denominan “ajuste cuantitativo”.