Viena fue el lugar elegido para que las principales naciones exportadoras de petróleo, agrupadas en la OPEP, intentaran reencauzar el rumbo del precio del barril del crudo. Los días previos al encuentro estuvieron precedidos por fuertes síntomas por parte de los mercados, el crudo tuvo un repunte del orden del 5%.

La reunión de los miembros de la OPEP, que finalizó el miércoles 30 de noviembre, acordó reducir la producción de barriles de crudo en un 4,5%, algo así como 1,2 millones de barriles diarios. El grupo no había actuado de esta manera desde hace 8 años, cuando tomó su última resolución de reducción. El acuerdo alcanzado comenzará a regir desde el primer día del año 2017.

El acuerdo fue saludado por los mercados con subas, que los medios especializados se encargaron de poner en grandes letras de molde. Los señalamientos sobre la “fuerte recuperación del crudo” sirvieron para poner en segundo plano que este grupo de países ha dado a luz un acuerdo que se caracteriza por su precariedad y que, puede terminar confirmando aquello que dice que “la alegría es, siempre pasajera”.

OPEP: Un acuerdo entre alfileres

La reunión desarrollada en Viena no transitó por aguas calmas, si bien la decisión de rebajar la producción diaria de barriles de petróleo estaba consensuada, el principal factor de crisis se presentó a la hora de establecer la cuota de reducción de cada uno de los países miembros. Finalmente, y antes que la sangre llegue al río se arribó a un acuerdo, que incluye que Libia, Irán y Nigeria fueran exceptuados de cumplir con la reducción, éste no es un dato menor.

Mientras se disipaban los humos de los fuegos artificiales que celebraban el acuerdo, comenzaron las dudas respecto al real alcance que estas medidas podrían tener en el mediano plazo. Recordemos que, en 2 años, el crudo cayó a la mitad de su valor. Previo al acuerdo, tanto Irán como Arabia Saudita han estado en una febril carrera de producción y exportación de crudo a Asia. Todo esto en un mercado que se encuentra con una oferta que supera a la demanda.

Como respuesta a esta resolución de la OPEP, los principales países productores de petróleo que no integran el organismo, han decidido celebrar – posiblemente en Moscú – una reunión para acompañar la decisión de la OPEP. Planean reducir la producción en 800 mil barriles diarios.

Estos pequeños avances en la cotización de crudo, seguramente traerán algo de alivio a aquellas economías nacionales que estaban fuertemente ancladas a la renta petrolera, tales son los casos de Venezuela o Nigeria.

A la espera de los resultados

El tiempo dirá si las medidas adoptadas por la OPEP sirven para una recuperación de real de los valores del crudo o, simplemente se verifica como una salida sin mayor trascendencia. Por otro lado, en caso de producirse la tan ansiada recuperación, habrá que ver como inciden los nuevos valores en los planes productivos de cada nación.