El mercado de la vivienda en Estados Unidos transita por carriles que han comenzado a generar problemas a los compradores. Los precios de las viviendas se han elevado en los últimos meses. A esto hay que agregarle que los mayores rendimientos de los bonos del Tesoro han elevado las tasas de los préstamos hipotecarios. Sin embargo, esta situación lejos de ahuyentar a los compradores los ha obligado a tomar decisiones de compra más rápidas. Una ruda carrera por ganarle a los precios y a las tasas está agitando el mercado inmobiliario.

Las tasas de los préstamos hipotecarios suben

En una semana, la tasa promedio de préstamos hipotecarios a 30 años subió de 4,55% a 4,61%, alcanzando la tasa más alta registrada desde mayo de 2011. Así lo señala un informe de Freddie Mac – la corporación federal de préstamos hipotecarios – que, además, informó que el promedio de permanencia de una vivienda en venta fue de 36 días.

En el mes de abril, los precios de las viviendas subieron un 7,6% comparados con el año anterior. El promedio de valor de una vivienda se ubicó en 302.200 dólares. El otro dato récord en el mercado inmobiliario es que el 98,8% de las ventas se realizaron al precio solicitado.

Para comprender qué está sucediendo digamos que el ajustado mercado laboral con la tasa de desocupación más baja en 20 años y el crecimiento de los ingresos, están impulsando el crecimiento de los precios de las viviendas. Además, algunos signos de confianza en la economía de Estados Unidos están favoreciendo a los rendimientos de los bonos del Tesoro. De esta manera, las tasas para préstamos hipotecarios comienzan a crecer.

La carrera por comprar una vivienda

Para la gente de Freddie Mac, esta es una manifestación de que el mercado inmobiliario goza de buena salud. Los futuros compradores han entrado en una frenética carrera por ganarle a los precios y a las tasas de préstamos hipotecarios.

Los agentes de bienes raíces en Estados Unidos están más preocupados por la escasez de viviendas para la venta que por el aumento de las tasas. Esta falta de disponibilidad crea una verdadera guerra entre compradores por obtener una vivienda. Esto, finalmente, termina elevando los precios finales de venta.

Para clientes y compañías de préstamos hipotecarios, lo importante es ver las cosas en perspectiva. Ellos recuerdan que en los años ’80, las tasas para préstamos hipotecarios rondaban el 12%. Ahora, con tasas que están cerca del 4%, todo debería ser visto como una oportunidad. Los compradores entienden como se desarrollan las cosas. Su objetivo es llegar a la vivienda antes que las tasas de sus préstamos hipotecarios compliquen más las cosas.