El jueves, el Departamento del Trabajo de Estados Unidos, difundió los datos correspondientes al Índice de Precios al Consumidor del mes de abril. Los resultados en el alza de precios fueron más modestos de los que se esperaba. El IPC creció un 0,2% en abril. Durante el mes de marzo los precios al consumidor habían tenido una retracción del 0,1%. Algunos precios, como los de los automóviles, tuvieron bajas importantes, afectando al indicador. Con estos datos, la Reserva Federal podrá seguir considerando como válida su ruta de 3 alzas anuales en las tasas.
Resultados modestos en el Índice de Precios al Consumidor
Para aquellos que esperaban que en abril el alza de los precios fuese más contundente, habrán visto sus expectativas frustradas. Los datos difundidos por el Departamento del Trabajo, respecto al comportamiento de los precios al consumidor, indican que estos crecieron un 0,2% en abril. En marzo, los precios sufrieron un retroceso del 0,1%. La mayoría de los analistas coincidían en que la suba sería del 0,3%.
Si del Índice de Precios al Consumidor se excluyen los precios de alimentos y energía – los más volátil – la suba fue de sólo el 0,1%. Considerando la evolución de los precios al consumidor de forma anual, estos subieron un 2,1%. Por debajo del 2,2% pronosticado.
Los precios de los autos usados cayeron un 1,6% durante el mes de abril. El precio de los vehículos 0 km bajó un 0,5%. En el caso de los usados, la caída es la mayor registrada desde 2009. Otro rubro en el que las bajas afectaron indicador de precios al consumidor, fue el de las tarifas aéreas, que descendieron un 2,7%. El precio de la vestimenta se elevó un 0,3%. Esto no alcanzó para recuperar la caída del 0,6% del mes anterior.
Una inflación que se desacelera
Los datos que muestran el crecimiento modesto de los precios al consumidor están acompañando una tendencia que parece ser global. En la Eurozona, los datos hablan de una desaceleración en el crecimiento económico. Esto ha provocado que el BCE mantenga inalterables las tasas de interés. El miércoles, el Banco de Inglaterra decidió mantener las tasas sin cambios ante lo que es una baja en las mediciones de inflación.
Para Omair Sharif, economista senior de Societe Generale “La inflación no ha ganado demasiado y esto justifica que la FED siga con su plan de 3 alzas en el tipo de interés”.
Un dato que ilustra la realidad tiene que ver con los precios de los combustibles en Estados Unidos. Los norteamericanos vienen sufriendo un período de fuertes alzas en la gasolina. Sin embargo, esto no ha servido para modificar más que de forma modesta el Índice de Precios al Consumidor.
En este escenario, un dato clave es que los salarios siguen creciendo de forma débil. Esto, si consideramos el ajustado mercado laboral que exhibe una desocupación del 3,9%. El Departamento del Trabajo indicó que el promedio mensual de incrementos de salarios, desde abril de 2017 y ajustados por inflación fue del 0,2%. Las posibilidades que los ingresos engrosen las presiones inflacionarias son muy limitadas y esto afecta los precios al consumidor.
Deja tu comentario