La caída de los precios del ganado y de los cultivos como consecuencia de la guerra comercial, ha obligado al gobierno de Donald Trump a salir en ayuda de agricultores y ganaderos. La ayuda se llevará unos 12 mil millones de dólares del presupuesto federal. El anuncio fue realizado este martes por el secretario de agricultura de los Estados Unidos, Sonny Perude. Las consecuencias de la guerra de tarifas han alertado a congresistas republicanos de diferentes estados que ven peligrar los resultados de las elecciones de medio término que se realizarán en noviembre.
Las víctimas internas de la guerra comercial
La guerra comercial que ha planteado Donald Trump, casi a escala global, a través de un aumento en los aranceles a los productos importados, ha comenzado a dejar una importante lista de heridos en plano de la economía nacional.
La administración Trump se ha visto obligada, este martes, a anunciar un plan de rescate a agricultores y ganaderos norteamericanos ante la caída de los precios de los cultivos y de las carnes.
El anuncio ha sido objeto de críticas por parte de congresistas republicanos de los estados más afectados por los precios internacionales de los commodities. Han advertido que esta asistencia social terminará siendo más costosa que ponerle fin a la guerra comercial.
China, Canadá y México concentran el 43% de las compras de productos agro-ganaderos y Estados Unidos se encuentra enfrentado con estos países por los nuevos aranceles. China ha colocado fuertes restricciones arancelarias a los productos agropecuarios norteamericanos, como represalia a las tarifas impuestas por Trump a una parte de las importaciones provenientes de China.
Una ayuda escalonada y las elecciones a la vista
La propuesta del gobierno podría significar una erogación de 12 mil millones de dólares del presupuesto federal. De acuerdo con el secretario de agricultura, Sonny Perdue, la ayuda consistirá en pagos directos a los agricultores, compra de productos destinados a los programas de ayuda alimentaria y la apertura de nuevos mercados internacionales para la colocación granos y carnes.
La medida, difundida sin mayores detalles, fue dada a conocer previo a una visita que el presidente Donald Trump tiene programada a Iowa, el principal estado productor de granos de soja.
El sector rural en particular agricultores y ganaderos, han sido una parte importante de la base electoral de Trump en su victoria. Todo ese andamiaje amenaza con derrumbarse si los productores agropecuarios siguen padeciendo las consecuencias de la guerra comercial.
Para el senador republicano por Iowa, Chuck Grassley, no será suficiente con que el presidente declare que “está junto a los agricultores”. La política de asistencia social, a largo plazo será más costosa para los contribuyentes. Además, agregó que los productores agropecuarios prefieren comercializar su producción antes que la asistencia social.
Los “ganadores” luego del anuncio
Aunque la medida anunciada por el gobierno norteamericano no satisface a los más interesados, ya han aparecido los primeros ganadores. Las acciones de las compañías dedicadas a la fabricación de maquinarias agrícolas subieron este martes. Deere & Co. trepó un 4,6%, la mayor ganancia diaria desde mayo. En el caso de los futuros de la soja con entrega en noviembre subieron un 1,4% en el mercado de Chicago.
Cuesta entender ciertas lógicas. La industria agrícola de Estados Unidos es la única que puede exhibir un superávit comercial de 21 mil millones de dólares. La soja, luego del maíz, es la segunda producción agrícola en importancia y ve como día a día sus precios caen debido a los aranceles impuestos por China. Las compras de soja, por parte de China, representan un tercio de los ingresos por oleaginosas.
La American Soybean Association, junto a otras organizaciones que nuclean a los agricultores han declarado que los efectos de la guerra comercial serán devastadores para el sector.
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