Los economistas reunidos en la conferencia anual de la American Economic Association, que se realizo en Filadelfia, analizaron las perspectivas de crecimiento a largo plazo y el impacto que podrían tener los recortes dispuestos por la reforma impositiva. Para muchos de ellos, el crecimiento de la economía de los Estados Unidos será más lento, comparado con el promedio histórico anual. Algunas visiones contrastan con las expectativas que vienen desde la Casa Blanca.

¿La reforma impositiva empujará el crecimiento?

El segundo y tercer trimestre 2017 mostraron un crecimiento del PIB de los Estados Unidos del 3,1% y del 3,2%, respectivamente y se espera que cuando el próximo 26 de enero sean difundidos los datos correspondientes al último trimestre del año, se observe una desaceleración en el ritmo de crecimiento. De acuerdo con la Reserva Federal de Atlanta éste será del 2,7%, mientras que analistas privados ubican el nivel de crecimiento para los últimos tres meses del año en un 2,3%.

Para los economistas reunidos en Filadelfia esto no es suficiente para establecer una tendencia de crecimiento sostenido para la economía norteamericana. Para Dale Jorgenson, de la Universidad de Harvard, ya han existido períodos de fuerte crecimiento que, luego sufrieron una desaceleración. Jorgenson dio el ejemplo de dos trimestres consecutivos en 2014, donde las tasas fueron de 4,6% y 5,2%, para luego sufrir un freno y volverse más moderadas.

Al referirse al impacto de la reforma impositiva, Jorgenson señaló que el recorte de impuestos podría impulsar un crecimiento, a largo plazo, en los próximos años, pero de ninguna manera para alcanzar un rango del 3% anual.

Visiones encontradas sobre el impacto de la reforma impositiva

Desde los sectores vinculados a la administración Trump se mostraron más optimistas. Kevin Hassett, presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, sostuvo que los economistas se han dado la tarea de reformular sus previsiones de crecimiento, en función del impacto que tendrá la reforma impositiva, a partir de tasas más bajas.

Sin embargo, muchos de los participantes del encuentro de Filadelfia, se mostraron más escépticos al momento de analizar la influencia que podría tener sobre la economía el recorte de las tasas impositivas. Austan Goolsbee, de la Universidad de Chicago, sostuvo que, históricamente, los recortes en impuestos a los sectores ubicados en la parte superior de la distribución del ingreso han tenido poco efecto de estímulo.

Otros, como Glenn Hubbard, decano de Columbia Business School, y que ocupara el el mismo cargo que Kevin Hassett durante la presidencia de George W. Bush, trató de mantener un equilibrio entre ambas posiciones, respecto a la reforma impositiva. Para él, las nuevas tasas no elevarán el PIB al 4%, pero, señaló que tampoco – la ley – es tan mala como la presentan sus detractores.

Las perspectivas moderadas

Desde la Oficina Presupuestaria del Congreso, un organismo apartidista, señalaron que el promedio de crecimiento anual, ajustado por inflación, en el período que va desde 1950 hasta 2014, fue del 3,2%. El mismo organismo pronosticó para la próxima década, un crecimiento anual promedio del 1,8%. Algo bastante por debajo de las optimistas proyecciones de aquellos que ven en la reforma impositiva una fuente de estímulos.

El dato de la Oficina Presupuestaria del Congreso es coincidente, en alguna medida, con las estimaciones realizadas por funcionarios de la Reserva Federal que ubican el promedio de crecimiento anual, a largo plazo, en un rango del 1,7% al 2,2%.

Otra visión de las perspectivas de crecimiento la da Erik Brynjolfsson, economista del MIT, quien sostiene que estamos a las puertas de un gran salto en el crecimiento como resultado de la incorporación de nuevas tecnologías y de la inteligencia artificial que mejorarán la productividad.

La reforma impositiva lograda por el gobierno de Donald Trump seguramente empujará al crecimiento de ciertos sectores, pero el consenso que pudo observarse en Filadelfia aún descree de que dichas medidas puedan modificar la tendencia de crecimiento lento a largo plazo.