No son días fáciles para el gobierno de Theresa May. Su plan alternativo, marcado por un Brexit “suave”, provocó una profunda crisis de gabinete que llevó a la renuncia de tres de sus más importantes miembros. Este lunes, May debió defender su proyecto ante el Parlamento y muy pocos apuestan a que logre superar esa instancia. El impasse en el que ha quedado sumido el Brexit ha hecho renacer, por parte del Partido Laborista, la posibilidad de convocar a un nuevo referéndum sobre la separación de la Unión Europea.
¿Y dónde está el piloto?
El último intento por desarrollar un plan para la separación formal del Reino Unido y la Unión Europea, fue el viernes cuando en la residencia oficial de campo de Theresa May, el gabinete se reunió para darle los toques finales.
Este nuevo plan propone una salida mucho más suave de lo que los propios legisladores del Partido Conservador están dispuestos a tolerar. De hecho, el fracaso de los planes anteriores se debió más al “fuego amigo” que a la oposición del Partido Laborista.
Ahora, Theresa May, sin mayoría en la cámara, deberá buscar los votos necesarios en algunos aliados conservadores y lograr que algunos miembros del Partido Laborista presten los suyos, o al menos que se abstengan en la votación. Ambas alternativas son totalmente improbables.
Además, se sabe que un importante grupo de legisladores conservadores están tratando de reunir firmas para provocar la renuncia de Theresa May. Aún no han conseguido los avales necesarios, pero está claro que la grieta hacia el interior del partido de gobierno es muy profunda.
El Partido Laborista al acecho
Es bien sabido que el Partido Laborista fue un opositor de la primera hora al Brexit y sus efectos. Pero, la famosa “flemática” inglesa no aplica en tiempos de crisis de gobierno, y el histórico partido progresista de Inglaterra se prepara para el zarpazo. Un vídeo en la página oficial de los laboristas da cuenta de las renuncias y las sucesivas crisis del gobierno conservador. “Prometieron estabilidad, pero han traído el caos”, finaliza el vídeo.
Los laboristas saben perfectamente que un paso en falso de Theresa May puede llevar a que los sucesivos fracasos en elaborar una hoja de ruta para el Brexit pongan en demanda la necesidad de un nuevo referéndum. En el Partido Laborista confían que, esta vez, la votación podría ser completamente diferente.
Pero, nadie en las actuales circunstancias puede dejar de ver más allá. La pérdida de popularidad de Theresa May y las crisis al interior del conservadorismo podrían depositar a un hombre del Partido Laborista en el 10 de Downing Street.
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