La caída de los mercados bursátiles ocurrida a finales de enero y los primeros 10 días de febrero, abrieron un debate sobre los verdaderos motivos que empujaron a este reacomodamiento de los mercados. Si bien, luego de las profundas bajas sufridas por las acciones norteamericanas, éstas comenzaron a recuperarse, los economistas de Morgan Stanley advierten que esa “corrección” –  como muchos la llamaron – es sólo un aperitivo del plato fuerte que vendrá.

Morgan Stanley dice que este es sólo el comienzo

Los economistas de Morgan Stanley, uno de los principales bancos de inversión de Estados Unidos, en una nota aparecida este lunes, dicen que la caída de las acciones norteamericanas de hace dos semanas es sólo una muestra del daño que podrían ocasionar los mayores rendimientos de los bonos.

Desde el banco de inversión han señalado que los acontecimientos de finales de enero y principios de febrero se produjeron sobre una base de rendimientos de bonos que, luego de ajustados por inflación, no se han salido del cause normal.

Los bajos rendimientos de los bonos del Tesoro han sido una excelente plataforma para la valoración de las acciones norteamericanas. Inclusive, los bajos costos de endeudamiento han permitido un fuerte proceso de recompra de acciones, por parte de las compañías, que han servido para elevar sus precios.

Abandonar la dependencia de los rendimientos bajos

Todos los analistas y economistas coinciden en que un rápido crecimiento de los rendimientos y un salto en la inflación van a perjudicar el precio de las acciones norteamericanas. Pero, Morgan Stanley aclara que esto no, necesariamente, debería ser así si los aumentos de precios impulsan las ganancias de las empresas.

En el informe difundido por Morgan Stanley señalan que el impulso de la economía mundial y los informes de ganancias del primer trimestre, potenciaron las acciones y habrá que estar atentos a una desaceleración en el segundo trimestre, con una inflación subyacente en aumento e informes de actividades más modestos.

La preocupación es si la nueva política de la Reserva Federal marcha hacia una normalización de las tasas y cómo se verán afectadas las acciones norteamericanas y el conjunto de los mercados bursátiles.