El gobierno del Rey Salman de Arabia Saudita lanzó, este fin de semana, un gigantesco operativo anticorrupción que incluyó la detención de más de 36 personas, entre ellos altos funcionarios, ministros, ex ministros y multimillonarios saudíes. La medida, que tomó por sorpresa a los mercados, ha tenido diferentes lecturas, pero todos coinciden que apunta a reforzar el poder del príncipe heredero al trono, Mohammed bin Salman. Entre los detenidos se encuentra Alwaleed bin Talal, uno de los hombres de mayor fortuna del mundo e inversor en compañías de envergadura como Twitter o Citigroup.
¿Qué sucedió en Arabia Saudita?
El país más rico del mundo árabe estaba, desde hace algunos meses, soportando toda una serie de transformaciones por parte del rey Salman. Estas transformaciones incluyeron remoción de funcionarios, cambios en la conducción de la Guardia Nacional y un conjunto de medidas tendientes a ubicar en puestos claves del gobierno de Arabia Saudita a hombres de confianza de Mohammed bin Salman, recientemente nombrado príncipe heredero al trono.
La población y el propio Estado venían soportando, desde hace tiempo, los padecimientos respecto a la baja en los precios del petróleo. Arabia Saudita tiene anclada su economía en la renta petrolera.
Desde que Mohammed bin Salman fue designado como príncipe heredero al trono de Arabia Saudita, en reemplazo de su primo que fue removido por el propio rey, Mohammed ha ido tomando, poco a poco, el control de los principales resortes del poder. Esto incluye el ejército, la compañía petrolera y el lanzamiento de acciones como fueron la ruptura de relaciones con Qatar y la guerra con Yemen.
Las detenciones dispuestas incluyen, además, medidas de congelamiento de fondos y de cuentas bancarias. Se pudo saber que los detenidos se encuentran alojados en el hotel Ritz Carlton.
La detención de Alwaleed
Alwaleed bin Talal, una de las principales fortunas de Arabia Saudita, y ocupante del puesto número 45 en listado de Forbes de los hombres más ricos del mundo, fue detenido como parte de este operativo en su campamento.
Este poderoso hombre de negocios del mundo árabe es un fuerte accionista de compañías como Twitter, Apple, Citigroup y la cadena de hoteles Four Seasons.
Su detención provocó la inmediata reacción negativa en los mercados de valores de Arabia Saudita, Dubái y Qatar. El índice de la bolsa saudí caía un 1,4% a medida que se conocían detalles de la operación.
Kingdom Holding, la compañía de inversiones, propiedad de Alwaleed se derrumbaba un 9,9%.
Diversas interpretaciones de la situación en Arabia Saudita
La movida encarada por el príncipe Mohammed bin Salman es presentada como un ataque a la corrupción dentro de las fronteras de Arabia Saudita, pero para la mayor parte de los analistas y observadores, se trata de una fuerte jugada política destinada a fortalecer el poder del principal heredero al trono saudí.
Arabia Saudita está embarcada en poner en pie un régimen que pueda sobrevivir más allá de la renta petrolera. Intenta atraer nuevas inversiones en diferentes rubros. Sin embargo, las acciones de este fin de semana pusieron a los inversores en alerta respecto a la conveniencia de invertir en medio de estas disputas de palacio.
Algunos observadores se inclinan por pensar que las acciones tienen un dejo populista que apunta a recobrar la credibilidad en el trono, cuando el mal humor popular se hace sentir como consecuencia del debilitamiento económico que provocan los precios del crudo en el mundo.
Posiblemente, los inversores se tomen un “descanso” hasta que el panorama en Arabia Saudita esté más claro.
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