La generación millennial, también conocida como Generación Y, tiene a maltraer a los responsables de marketing de las diferentes compañías. La aversión de los millennials a encuadrarse en patrones hace muy difícil establecer un perfil de consumo más o menos definido. Tal vez, esa sea la característica que más enorgullece a los jóvenes de esta generación. Sin embargo, sus decisiones financieras, no serían tan acertadas como en materia de moda, tecnología, viajes y política. Un estudio realizado por la firma GFK SE, para Bankrate.com, muestra una tendencia a mantener sus ahorros en efectivo, condicionado la posibilidad de que estos crezcan.

El dinero en efectivo atrapa a los millennials

De acuerdo con el estudio encargado por Bankrate.com, uno de cada tres millennials prefiere que sus ahorros que no utilizaran en los próximos diez años, se mantengan en instrumentos financieros vinculados con el efectivo. Los millennials apuestan a los certificados de depósito y a las cuentas de ahorro.

Para las generaciones anteriores, apostar al dinero en efectivo no es tan atractivo, sólo el 21% de ellos lo hace. Un porcentaje que contrasta bastante con el de esta nueva generación. La mayoría de los miembros de las generaciones anteriores que dispone de ahorros que no serán requeridos en, al menos 10 años, prefieren el mercado de valores, utilizando distintos instrumentos.

Con las tasas de la Reserva Federal en aumento, alguien podría considerar que los millennials están tomando el camino correcto a largo plazo. Pero, seguramente nos equivocaremos si sostenemos eso. El estudio en cuestión ha determinado que el 20% de los millennials gana menos del 1% en intereses. Un 19% de ellos, aseguró no estar ganando absolutamente nada, y la mayoría ni siquiera sabe cuánto interés está recibiendo.

La crisis financiera también alumbró una generación

Para los analistas de Bankrate.com, los millennials tienen un comportamiento de corto plazo para sus ahorros de largo plazo. Disponer los ahorros en instrumentos de efectivo es más apropiado para un fondo de emergencia. Las tasas de interés bancarias siempre estarán por detrás de la inflación y de esta forma, al final del camino habrán perdido una porción de sus ahorros.

Pero, este comportamiento de la Generación Y no es un simple acto de rebeldía hacia los instrumentos financieros más atractivos y de riesgo. Es la generación que creció con el impacto de la crisis financiera de 2008.

Con su comportamiento hacia sus propios ahorros de largo plazo, los millennials enfrentan otro problema. Carecen de una estrategia para asegurar sus planes de retiro. Algo que cobra mayor dimensión si tenemos en cuenta que esta generación digital elije trabajar a distancia. El trabajo online los seduce mientras viajan. Otra dificultad que aparece en el horizonte es la que tienen para acceder a una vivienda.

Los responsables de marketing de las entidades financieras deberán esforzarse más de la cuenta para atraer a los jóvenes millennials al uso de instrumentos más rentables. Pero, por ahora, eso parece que no va a ocurrir.