En la jornada previa a la Noche Buena y en el día de Navidad, donde algunos mercados financieros abrieron sus puertas, continuó la incertidumbre. El lunes 24 fue una jornada bastante negra para los indicadores bursátiles de Wall Street. Los principales índices registraron caídas por encima del 2% y acumulan pérdidas que no se registraban desde hace años. En Asia, el día de Navidad, se vivió un duro momento para el Nikkei 225, lo mismo en la Bolsa de Shanghái. Los mercados bursátiles del mundo continúan acumulando jornadas en baja. Las señales que parten de la Casa Blanca poco están ayudando para bajar la incertidumbre de los inversores.
Golpe tras golpe, así se mueven los mercados financieros
Con una parte importante del mundo en plenos preparativos navideños, los mercados financieros no tuvieron respiro. En especial los mercados de acciones. En día previo a la Navidad, los mercados bursátiles de Wall Street eran golpeados por una venta masiva. El S&P 500 retrocedió un 2,71%. El Dow Jones Industrial Average se desplomó un 2,91%. Entre las tecnológicas la situación no fue más esperanzadora. El Nasdaq 100 cayó un 2,21%.
Para aquellos mercados financieros que abrieron en Navidad, la situación no fue mejor. El martes 25, el índice Nikkei 225 de Japón retrocedió cerca de un 5%. Lo mismo ocurrió en Shanghái con el CSI que perdió un 2% ante la falta de confianza de los inversores en las medidas de apoyo del gobierno chino.
Con los mercados europeos cerrados, este miércoles se espera que algunos sectores se recuperen. En Asía el Nikkei 225 logró descontarle un 0,89% a las caídas que viene registrando. Sin embargo, el CSI continúa su caída, este miércoles es del 0,51%.
Los futuros de acciones norteamericanas se movían, antes de la apertura de Wall Street, en alza.
El pánico de los inversores
Los mercados financieros han expuestos las limitaciones del crecimiento de los mercados de acciones. la caída global que vienen registrando estos activos reconoce varias causas. En primer lugar, los pronósticos de una desaceleración de la economía. Los alcances de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y las tasa definidas por la Reserva Federal.
Los inversores ven en un futuro no muy lejano una caída de las ganancias corporativas. Esto los ha llevado a reducir la tenencia de acciones en sus carteras de inversiones. Estos activos son reemplazados por bonos o efectivos. Los rendimientos, claramente en baja, son la manifestación de este cambio de frente de los inversores.
La Casa Blanca no ayuda
Al clima de incertidumbre no le puede faltar una dosis importante de comportamiento político. Las señales provenientes de la administración Trump no son interpretadas como se espera por parte de los mercados financieros.
El presidente Donald Trump continúa con sus cañones apuntando a las acciones de la Reserva Federal. Aunque ha tenido la precaución de no fijar su objetivo en Jerome Powell, todos saben dónde apunta su ira.
La consulta realizada por Steven Mnuchin a los seis principales bancos norteamericanos tampoco ayudó mucho. En los sótanos de Wall Street existen rumores de que Jerome Powell podría ser el próximo “enemigo íntimo” de Donald Trump.
Para los analistas, el verano cálido del mercado de acciones norteamericano habría llegado a su fin. Las grandes ganancias del pasado quedarán muy lejos y ahora, todos esperan la tormenta que vendrá.
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