Los inversores esperan que el Banco Central Europeo siga el camino de la FED
En el mundo de los mercados financieros, todos están a la espera de señales sobre el futuro de los programas de estímulo del Banco Central Europeo. Bastó una señal insignificante de su presidente, al finalizar la reunión del organismo, para que todos imaginaran un llamado a la acción ante la salida de la flexibilidad cuantitativa. Los rendimientos de los bonos alemanes se dispararon y la onda expansiva llegó a los Estados Unidos, donde también se elevaron los rendimientos.

Las “señales” del Banco Central Europeo

Cuando el presidente del BCE, Mario Draghi, señaló que podrían dejar de expandir lentamente la cartera de bonos del organismo si la economía de la Zona del Euro seguía mostrando síntomas de recuperación, un movimiento inmediato se produjo entre los inversores. Los rendimientos de los bonos a 10 años del gobierno alemán alcanzaron su más alto nivel en un año y medio.

El efecto contagio se extendió, de inmediato, a los bonos a 10 años del Tesoro de los Estrados Unidos que aumentaron su rendimiento un cuarto de punto porcentual.
Las expectativas se han trasladado a Europa, para los inversores. El Banco Central Europeo aún mantiene una dura política de estímulos con las tasas negativas y la compra de activos y todos esperan una señal que indique una salida en un plazo no muy lejano.

Un dato que aportan los mercados es que el proceso, más avanzado en la Reserva Federal, ya no causa sorpresas. El último aumento de tasas y los anuncios de un comienzo inmediato en la reducción del balance no han movido de manera sustancial los indicadores. Todos miran a las futuras acciones del Banco Central Europeo.

Cómo se moverán los mercados financieros es un tema que, hoy, está en manos del resto de los bancos centrales. Según Peter Cecchini, de Cantor Fitzgerald, la FED ha “entregado” la batuta a otros bancos centrales del mundo.

Atentos a los cambios en Europa

La política monetaria de la Reserva Federal se ha vuelto predecible y sin sorpresas, por lo que la atención en los próximos movimientos del Banco Central Europeo concentra la atención de los inversores que se están preparando para un mundo de tasas de interés más altas.

Claro que existen voces de alerta, como la de Makihiro Matsuoka, del Deutsche Bank, que en una nota publicada hace algunos días, señalaba que una salida de los programas de estímulos podría afectar los altos precios en los mercados de valores.

Los funcionarios del Banco Central Europeo están tratando de ser cautos y moderados al extremo, sabiendo que el organismo monetario es el principal comprador de bonos de deuda pública y privada. El temor a provocar un shock en los mercados financieros y afectar la recuperación económica, es lo que quieren evitar.

Lena Komileva, economista de G + Economics, advierte que un aumento en las tasas de interés puede entrañar un aumento de la volatilidad en los mercados financieros que podría hacer sufrir a los activos de riesgo.

La Reserva Federal espera que su par europeo comience pronto la transición para que el escenario no muestre a los dos principales bancos centrales, navegando en direcciones opuestas. Pero, a diferencia de los anuncios moderados del Banco Central Europeo, el Banco de Japón ha indicado que no está previsto, en el futuro, la salida de los planes de estímulo.

Los inversores analizan todos los escenarios y se espera que la transición que debe capitanear el Banco Central Europeo no se desenvuelva de manera desigual. Es habitual que lo que ocurre, por ejemplo, con los bonos alemanes, se replique en los bonos del Tesoro. Una fuerte turbulencia en los mercados podría cruzar el océano y afectar a los Estados Unidos.