Los sacuden políticos que se están ventilando por estos días en la Casa Blanca, han impactado en la línea de flotación de las bolsas de Estados Unidos. Las derivaciones que están teniendo el despido del director del FBI, James Comey, repercutió con fuerza este miércoles en Wall Street. Mientras los índices bursátiles y la divisa norteamericana bajaban, los bonos del Tesoro y el oro mostraban un alza y el corrimiento de los inversionistas. La decreciente popularidad del presidente Donald Trump y una agenda legislativa paralizada han conformado un cóctel que, desde hacía mucho tiempo no influía tan fuertemente en los mercados.
Estornudaron en Washington, pero los escalofríos fueron en Wall Street
El comentario que han reproducido la mayoría de los medios periodísticos norteamericanos, señalando que el despido del director del FBI, James Comey, tuvo que ver con la negativa de éste a rechazar un pedido directo de Donald Trump para que frenara la investigación de las vinculaciones de Rusia con la campaña republicana, ha golpeado con fuerza no sólo en el ambiente político sino también en los mercados. Algunos se atreven a señalar que Trump ya tiene su propio “Watergate”.
Hacía mucho que los avatares de la política no golpeaban de manera directa en Wall Street, pero al parecer, los acontecimientos de los últimos días son demasiado importantes como para que los inversionistas miren para otro lado.
El Dow Jones Industrial Average cayó casi de 350 puntos. Las importantes subas del lunes, cuando todos confiaban en la agenda legislativa, se esfumaron con el estallido de esta crisis de palacio. Al mismo tiempo, el dólar sumó su sexta jornada consecutiva de retrocesos. Los inversionistas buscaron refugio – nuevamente – en los bonos del Tesoro a 10 años y la rentabilidad de los mismos cayó hasta el 2,25%. El diferencial entre los rendimientos de bonos a 10 años y a 2 años se redujo a menos del 1%. Con estos datos, los indicadores de volatilidad volvieron a trepar.
Mercados alterados. La jornada de hoy
En Wall Street, el S&P 500 mostraba un retroceso del 1,47% y se ubicaba en los 2365,27. Por su parte, el Dow Jones retrocedía un 1,67%. Las bajas estuvieron lideradas por las acciones de los bancos que, en promedio, caían un 2,4%. Sólo bienes raíces y servicios públicos se salvaron del declive. El índice de volatilidad medido sobre el S&P 500 trepó un 10%.
En Europa el Stoxx Europe 600 cayó el 1,2% y el MSCI All-Country World Index se contrajo un 0,8%.
El mercado de divisas reflejó a su manera el escándalo político y las consecuencias en Wall Street. El Bloomberg Dollar Spot Index registro el sexto día consecutivo de caída del dólar, un 0,4% y así llegó a su más bajo nivel desde el 8 de noviembre. Por su parte el yen subió un 1,4% y el euro un 0,62%.
En cuanto a los títulos públicos, los bonos del Tesoro a 10 años vieron retroceder su rendimiento en casi 10 puntos básicos y se ubicó en 2,24%. Lo mismo ocurrió con los bonos de Francia y Alemania que perdieron 5 puntos básicos cada uno en sus rendimientos.
El oro recibió a parte de los “refugiados” y subió un 1,7%, ubicándose la onza troy en 1.267,60. Por su parte los informes de los inventarios de crudo en Estados Unidos empujaron al WTI con alza del 1,2%.
La jornada marcó a Wall Street por los acontecimientos que involucran a Donald Trump y su administración, pero algunos indicadores económicos del país ponen a los mercados más sensibles de lo habitual. Habrá que seguir con detenimiento los acontecimientos.
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