Turquía está atravesando un momento crucial de su economía y el destino del gobierno de Tayyip Erdogán no parece muy prometedor. El país que vive con un ojo en Europa y otro en oriente se encuentra en pleno conflicto diplomático con Estados Unidos. La lira turca viene en un fuerte proceso de devaluación y la inflación se encuentra cercana al 20% anual. Este viernes, la divisa turca se desplomó cerca del 11%, dejando en evidencia el pánico que reina entre los inversores. Los bonos soberanos cayeron. El Banco Central Europeo teme que haya entidades financieras europeas demasiado expuestas en activos turcos.

Lo esencial y lo aparente en la caída de la lira turca

Las tensiones diplomáticas entre Estados Unidos y Turquía, que incluyen la detención de un pastor estadounidense han contribuido para facilitar un mayor deslizamiento de la lira turca. Pero, los cierto es que Turquía está atravesando una crisis económica y financiera que tiene un alcance mayor. Involucra a la mayor parte de los países emergentes, donde hay un fuerte retiro de los capitales internacionales. Estos capitales salen de estos países, atraídos por las nuevas tasas de interés en EE. UU.

El presidente Erdogán pronunció un discurso que terminó de sumir a la mayoría de los inversores en el pánico total. “No olvide esto: si tiene dólares, nosotros tenemos nuestro pueblo, nuestro derecho, nuestro Alá”. Estas fueron las palabras del presidente turco. Es más que una amenaza del estilo político. Algunos analistas creen ver en ellas un camino de confiscación de los depósitos bancarios en dólares. Un proceso que ya fue ensayado por Argentina en 2001, por su ministro de Economía, Domingo Cavallo, y que concluyó con la caída – días después – del gobierno de Fernando De La Rúa.

A la espera de “un plan”

Para la mayor parte de los observadores, la espiral de caída en la que ha entrado la lira turca impone medidas inmediatas. La devaluación de la moneda está empujando con fuerza la inflación del país que podría alcanzar el 18% anual. Las actuales tasas de interés dispuestas por el banco central de Turquía no son suficientes para apagar el incendio. Este viernes, Tayyip Erdogán dará a conocer, o al menos eso se espera, nuevas medidas económicas. Entre ellas debería haber un nuevo movimiento de las tasas. Si la crisis se profundiza, Turquía podría recurrir al auxilio del Fondo Monetario Internacional, posibilidad que por ahora rechaza.

Los inversores esperan cualquier tipo de señal que les permita aliviar los sentimientos de temor. Si Erdogán decido tensar más la cuerda con EE. UU. posiblemente la economía y la lira turca entren en un camino sin retorno.

Este viernes, la lira turca cayó un 11,2% y el rendimiento de los bonos a 10 años subió 93 puntos básicos, alcanzando el 20,67%.

Un temor adicional. De acuerdo con el diario Financial Times, existe preocupación entre los funcionarios del Banco Central Europeo. El banco central cree que puede haber una exposición peligrosa de algunas instituciones financieras europeas a activos turcos. Lo que podría menguar la capacidad de financiamiento de los préstamos. Un elemento que hasta el momento no había aparecido.