El gobierno de los Estados Unidos, a través de la Agencia de Protección Ambiental, ha lanzado un plan para eliminar los restos de material radiactivo en un sector de la ciudad de New York. Allí funcionó una compañía química que participó en los proyectos de desarrollo de la bomba atómica, durante la Segunda Guerra Mundial. Las tareas demandarán la relocalización un grupo de negocios que continúan operando en ese sector de Queens. Los efectos para la salud, a partir de la contaminación con productos radioactivos, aumentan las posibilidades de cáncer.
Un plan para remediar New York
Las obras para el saneamiento del área afectada por desechos radioactivos demandarán una inversión de 39 millones de dólares. Los trabajos podrían llevar varios años de ejecución. En el lugar, tanto el suelo como las alcantarillas se encuentran con diferentes grados de contaminación.
El área afectada se encuentra ocupada por algunos talleres dedicados a la reparación de carrocerías de automóviles, una taberna mexicana y un negocio de delicatessen. Todas las propiedades deberán ser demolidas para comenzar con los trabajos de remoción de más de 18 mil metros cúbicos de suelo, sedimentos y escombros que se encuentran contaminados.
Desde el año 2012, la Agencia de Protección Ambiental viene llevando adelante medidas preventivas para evitar mayores daños en el sector afectado de New York. Estas medidas incluyeron la instalación de escudos de radiación que incluyeron capas de cemento, acero y plomo bajo los pisos de los edificios y las aceras.
Puede consultar el plan de limpieza haciendo click aquí
El origen de la contaminación en New York
Entre los años 1920 y 1954, operó en la ciudad de New York, más precisamente en la Avenida Irving en el barrio Ridgewood, la empresa Wolff-Alport Chemical Company. Esta compañía fue parte del Proyecto Manhattan, que llevó adelante las pruebas de las primeras armas nucleares que se desarrollaron durante la Segunda Guerra Mundial.
Wolff-Alport se dedicaba a la obtención de torio, un material altamente radioactivo, a partir del procesamiento de arenas del grupo de las monacitas.
Si bien la empresa hace varios años dejó de operar y al cerrar sus puertas realizó tareas de eliminación de residuos de torio, se ha comprobado los altos niveles de contaminación existentes en esa parte de New York.
Los habitantes que deben ser relocalizados expresan su preocupación de no saber cuánto tiempo llevará la ejecución de esa obra y si el gobierno federal pagará los alquileres hasta la finalización de las mismas.
Algunos han señalado que los alquileres en otras zonas de New York son más elevados y, además, corren el riesgo de perder clientela como es el caso de un taller de reparación de motocicletas.
El 16 de agosto, la EPA llevará a cabo una audiencia púbica con los vecinos afectados, que se desarrollará en una guardería de las cercanías. Todos esperan que, tanto el gobierno federal como la ciudad de New York cuiden de ellos, ya que aseguran que le cabe la responsabilidad de los daños ocurridos.
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