Los diferentes indicadores económicos que miden las actividades en la Eurozona vienen mostrando un crecimiento auspicioso. La economía de Europa se recupera y acompaña el crecimiento que viene registrándose en los Estados Unidos. Sin embargo, las acciones que se comercializan en las distintas bolsas europeas, muestran un enorme retraso respecto a los indicadores de Wall Street. Este retraso es un reflejo de la incertidumbre que reina entre los inversionistas, respecto al futuro político de los próximos meses. Las Bolsas europeas reflejan que el EuroStoxx 50 ha crecido un 2,7% – medido en dólares – en el último año, mientras que el Dow Jones Industrial Average, creció un 6,3%.

Las Bolsas europeas reflejan dudas

La semana ha sido, en términos generales, bastante satisfactoria para los mercados europeos. Inclusive, mientras en Wall Street, los indicadores reflejaban un comportamiento dispar y con ciertas tendencias a la baja. Las acciones de las bolsas europeas subían a sus niveles más altos.

Las ganancias de las empresas, las ordenes de manufactura y hasta el crecimiento de la inflación vienen hablando de una mejora en el consumo y en la actividad económica en términos generales. Pero esto no se ve reflejado en el comportamiento de los inversionistas, respecto a las acciones.

Para los hombres de mercados, existen más dudas que certezas. Hay fuertes cuestionamientos a las actuales leyes laborales – los distintos intentos por modificarlas han debido enfrentar fuertes protestas del sector laboral -, pero lo que más pone en guardia a los inversores y analistas son los procesos electorales que se llevarán adelante en distintos países de Europa, en los próximos meses.

Uno de los procesos que más preocupa, son las elecciones en Francia. Un triunfo de la candidata de ultra derecha, Marine Le Pen, puede poner en riesgo la integridad de la Eurozona. Le Pen ha prometido convocar a un referéndum, similar al que finalizó en el Brexit de Gran Bretaña. Las bolsas europeas se ponen alerta ante esto.

Exceso de pesimismo

Para el BNP Paribas, existe un exceso de pesimismo en las bolsas europeas y un optimismo sobrevaluado en las bolsas de Estados Unidos.

A pesar de ello, las empresas francesas y holandesas parecen querer darles la espalda a los acontecimientos políticos futuros. Aunque para los inversores internacionales, los procesos electorales en la zona del euro, constituyen los principales factores de riesgo. Para Morgan Stanley, los inversores estadounidenses comenzaron a vender sus posiciones en las bolsas europeas.

Algunos eligen conformarse con el hecho que Le Pen no ganaría en una probable segunda vuelta. Por lo que el riesgo de un “Frexit” estaría aún lejos.

Los triunfos del Brexit en el Reino Unido y de Trump en los Estados Unidos, ponen en guardia a los mercados y analistas del David Donabedian, del CIBC Atlantic Trust, sostienen que el actual crecimiento de la economía europea es una película repetida. Para Merrill Lynch, el valor de libro de las acciones europeas se encuentra en el nivel más debajo de los últimos 40 años, en comparación con los Estados Unidos.

Por su parte, el Bank of America considera que durante el período 2017-2018 las acciones europeas crecerán un 20%, mientras que las estadounidenses lo harán un 16%.

Para quienes han decidido apostar a los mercados y a las bolsas europeas, se están malinterpretando los números de la economía de la zona. Las turbulencias políticas tienen su impacto, los mercados harán su propia interpretación.