El informe sobre el mercado laboral, presentado este viernes por el Departamento de Trabajo de Estados Unidos, reflejó lo que muchos temían. Las nóminas solo agregaron 75 mil nuevos empleos, muy por debajo de los pronósticos. La tasa de desempleo se mantuvo en el 3,6% y los salarios detuvieron su crecimiento. La fortaleza del mercado laboral era uno de los argumentos potentes de la Reserva Federal para su política monetaria. Los datos más débiles obligarán al banco central a considerar una reducción de la tasa de referencia.
La tasa de desempleo continúa sólida, pero se debilita el mercado laboral
El Departamento de Trabajo de Estados Unidos dio a conocer su informe sobre el mercado laboral correspondiente al mes de mayo. Los datos han dejado desairados a los pronósticos previos.
Las nóminas de empleos no agrícolas agregaron solo 75.000 nuevos puestos de trabajo durante mayo. Muy por detrás de los pronósticos que especulaban con 177.000 empleos nuevos, continuando la onda expansiva del mercado laboral norteamericano.
Los salarios tuvieron un crecimiento mensual del 0,2%. También este dato estuvo por debajo de los pronósticos que esperaban un crecimiento salarial mensual del 0,3%. El ingreso de los trabajadores, medido anualmente, creció un 3,1%. De esta manera, es poco el impulso que pueda generar en el gasto de los consumidores.
A pesar de esta contracción en los datos del mercado laboral, la tasa de desempleo se mantuvo en el 3,6%. El mismo registro del mes pasado y el más bajo en 49 años.
Para los economistas del JPMorgan & Chase Co., Estados Unidos ha comenzado de manera definitiva una disminución en su ritmo de crecimiento. Es importante tener en cuenta que, aún no han impactado de forma directa las consecuencias de los combates de aranceles con China y con México.
Luego de la difusión del informe, el dólar cayó, al igual que el rendimiento de los bonos del Tesoro a 10 años.
Las grietas en la fortaleza del mercado laboral
Los informes que dan cuenta de la retracción en las nóminas de empleo dejan ver una debilidad en todos los sectores. La industria manufacturera solo agregó 3.000 empleos, en un claro síntoma de los efectos de la guerra comercial. La construcción sumó 4.000 nuevos empleos, mientras que los servicios profesionales agregaron 33.000 puestos.
Una importante caída, la cuarta consecutiva, sufrió el sector minorista que perdió 7.600 empleos. Por su parte, las nóminas gubernamentales perdieron 15.000 empleos, la mayoría vinculados a los servicios educativos.
La tasa de desempleo no refleja este menor impulso del crecimiento en el mercado laboral. También es cierto que este mercado laboral con una tasa de desempleo históricamente baja, ha encontrado dificultades para expandir el consumo. Los salarios no crecieron en los términos que se espera de una desocupación baja.
Ahora, las inquietudes se posan en qué pasará cuando los efectos de la guerra de aranceles comiencen a sentirse con todo su rigor. Todo esto, en un escenario que se retroalimenta por la desaceleración global.
Los datos del mercado laboral, a pesar de la estabilidad de la tasa de desempleo, condiciona la próxima reunión de política monetaria de la FED. Ya pudimos ver, hace unos días, que estamos ante un Jerome Powell más permeable a una reducción de la tasa de referencia.
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