Durante la campaña electoral, uno de los blancos permanentes de ataque, por parte de Donald Trump, fue la presidenta de la FED, Janet Yellen. Para el actual presidente, la máxima autoridad de la Reserva Federal norteamericana operó de manera intencional, con su política de tasas de interés bajas, para favorecer la campaña del Partido Demócrata. Ahora, ya con los nuevos ocupantes de los despachos de la Casa Blanca, una de las prioridades de Trump es poner en marcha la sucesión de Yellen, al frente de la entidad monetaria más importante del mundo. El proceso de recambio puede convertirse en un nuevo factor de crisis.
Ya hay un nombre para la sucesión de Yellen
El mandato de Janet Yellen, al frente de la Reserva Federal, finaliza a fines de enero de 2018. Los republicanos ya han activados los mecanismos para promover un postulante que pueda actuar con mayor funcionalidad con respecto a las necesidades de la gestión de Trump.
Recordemos que uno de los principales cuestionamientos de Trump y su equipo a las autoridades monetarias del país fue, lo que él consideraba un enorme retraso de la tasa de referencia, con relación a los indicadores económicos. Según Trump, con los principales indicadores – inflación y mercado laboral – en alza, la FED mantenía la economía caliente con su política de tasas bajas. Para el actual presidente, esto favorecía a la campaña de los demócratas.
Desde el gobierno, han puesto su mirada en Kevin Warsh, quien ya se ha desempeñado como gobernador de la FED y cumplió un rol destacado durante la crisis de 2008, como mano derecha de Ben Bernake.
Warsh, quien se desempeña como consultor privado, fue asesor de Morgan Stanley y, recientemente publicó un artículo en Wall Street Journal, donde critica la política actual de la FED, pero, además, continúa defendiendo su posición de subir las tasas durante la crisis de las hipotecas, lo cual se reveló como erróneo.
Candidato se ofrece
El artículo publicado en WSJ, llama la atención por la insistencia de Warsh en políticas que ya se demostraron como equivocadas. Sin embargo, los más osados ven a la publicación como el “lanzamiento oficial” de su campaña para la sucesión de Yellen.
Más allá de la pirotecnia verbal de Trump contra las autoridades actuales de la Reserva Federal, la sucesión de Yellen, adquiere una importancia vital en el proceso. En medio de una posible guerra comercial con China, el rol de quienes tienen que fijar las tasas, será crucial.
Donald Trump necesita que la sucesión de Yellen dé como resultado que su sillón sea ocupado por alguien que comulgue con sus principios.
Quienes piensen que aún falta casi un año para que este tema se vuelva candente, están equivocados, vamos a asistir a cimbronazos de importancia y la Reserva Federal se va a convertir en un fusible que “deberá saltar” cuando sea necesario. La sucesión de Yellen se va a transformar, posiblemente, en un importante terreno de batalla.
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