Después de un año de ostracismo, Peter Navarro parece haber recuperado su lugar junto al presidente Donald Trump. La apresurada salida de Gary Cohn del gobierno, luego de la decisión de gravar fuertemente las importaciones de acero y aluminio, devolvió al nacionalista consejero de comercio a la “mesa chica” de las resoluciones presidenciales. Peter Navarro había sido casi “olvidado” por la actual administración. Pero, al parecer Donald Trump ha recuperado el interés por los temas comerciales y de seguridad nacional, en los cuales Navarro es un especialista.
Sale Gary Cohn… ¿entra Peter Navarro?
Fue el triunfo de un nacionalista y un fuerte defensor de los aranceles al acero, sobre el librecambismo del ex presidente de Goldman Sachs. Gary Cohn perdió su batalla contra los aranceles y su última acción fue tratar de reunir a los industriales afectados con el presidente Trump.
Desde el entorno más íntimo de Peter Navarro hasta piensan que podría asumir el sillón que deja vacante Cohn. De hecho, Navarro ha tomado para sí la tarea de ejecutar la defensa de los aranceles ante las cámaras de televisión. Al fin y al cabo, ha sido la política del autor de “Muerte por China” la que se ha impuesto en la administración Trump.
Peter Navarro ha ido tejiendo su red incansablemente. Cuando debió asumir un rol marginal, ya que Donald Trump había decidido priorizar los recortes al Obamacare y los recortes de impuesto, lo hizo en silencio, sin abandonar su puesto.
Los partidarios del librecambio miran con recelo
El ascenso de Peter Navarro a un lugar de privilegio hace que los partidarios del librecambismo comiencen a sentir cierto nivel de incomodidad por lo que podrá venir. Todos ellos saben que el nacionalista comparte con el presidente algo más que algunas ideas referidas al comercio internacional. Trump y Navarro son hombres que, además de estar generacionalmente hermanados – Trump, 71 años y Navarro, 68 -, ambos desechan cualquier idea ortodoxa.
En un reportaje realizado por Bloomberg TV, Peter Navarro dijo, al referirse a los aranceles, que “esta es la visión del presidente. Mi función, realmente, como economista es tratar de proporcionar los análisis subyacentes que confirman su intuición”.
La preocupación de todos los que desconfían de la línea proteccionista de Trump y de Peter Navarro, es que el hombre que reparte sus días entre el cabildeo en el Pentágono y sus intentos de poner a China en el centro de la política de Estados Unidos pueda crear un escenario de cuál sea muy difícil volver atrás en las relaciones comerciales.
Los analistas especulan que este jueves, Donald Trump podría formalizar los aranceles. Seguramente, será un día glorioso para Peter Navarro, aunque no muchos en los mercados compartan su alegría.
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