Los días 29 y 30 de octubre se reunirán los integrantes del Comité Federal del Mercado Abierto. Luego de dos recortes consecutivos en la tasa de referencia, la Reserva Federal enfrenta una difícil decisión. El contexto internacional lleva a las empresas estadounidenses a posiciones conservadores respecto a inversiones y contrataciones. Como contrapartida, los niveles de inflación, sin ser los esperados, se encuentran por buen camino. El mercado laboral aparece contradictorio y se muestra con la tasa de desempleo más baja de los últimos 50 años. Los peligros de recesión que aparecen como sacudones del panorama internacional, complican la decisión que deba tomar la Reserva Federal.

Una decisión complicada para la Reserva Federal

Como si se tratara de una paradoja shakesperiana, con su célebre Hamlet, la Reserva Federal se enfrenta a la decisión de recortar o no la tasa de referencia. luego de dos recortes consecutivos, no está claro si la mejor decisión es avanzar hacia una nueva rebaja de la tasa de referencia.

Todos los indicadores señalan que una tormenta recesiva se avecina en la economía global. La Unión Europea exhibe una fuerte caída de su producción industrial, con Alemania a la cabeza. La guerra comercial entre China y Estados Unidos está afectando el comercio a nivel mundial y, si a todo esto le sumamos las incertidumbres provocadas por el Brexit, tenemos un panorama de mucha confusión para las empresas y los inversores.

Un dato que no es menor tiene que ver con la política interna de Estados Unidos. Las acusaciones contra el presidente Donald Trump también tienen a los mercados en vilo.

Hasta aquí, los fundamentos que justifican los recortes definidos por la Reserva Federal. Sin embargo, existen otros datos que complican al banco central. La inflación, aunque aún se encuentra lejos del objetivo del 2%, no aparece como dramática. Lo mismo ocurre con el mercado laboral. De un lado, parece haber comenzado un freno en las contrataciones. Del otro, septiembre nos sorprendió con la tasa de desempleo más baja de los últimos 50 años.

Así, la decisión no será fácil para los funcionarios conducidos por Jerome Powell.

¿Existen posibilidades de recesión?

Las opiniones respecto a los peligros de recesión están repartidas. Es por eso, que las acciones que tome la Reserva Federal serán claves.

Para los economistas, los que suceda entre Estados Unidos y China, sellará el destino de una recesión. El Deutsche Bank considera que un fracaso en las negociaciones y una ampliación de los aranceles, colocarán las posibilidades de una recesión en un 50-50.

Otros economistas prefieren restarles dramatismo a los efectos de aranceles generalizados y ubican las posibilidades de recesión por debajo del 30%.

Por otro lado, determinados elementos que conforman los rasgos comunes a una crisis no están presentes. Un sobredimensionamiento de los estímulos, por parte de la Reserva Federal, podría complicar algunos indicadores.

El nivel de consumo de los hogares aún se encuentra dentro de los términos de lo aceptable. El precio de las acciones, si bien es elevado, no conforma una burbuja financiera. Una mayor baja de la tasa de referencia podría redireccionar el crédito a la recompra de acciones y no a la inversión y nuevas contrataciones.

Los que sí están indicando los peligros de una recesión, son los rendimientos de los bonos gubernamentales, que se han hundido a los niveles de la crisis de 2008.

La retracción en las ventas al exterior continúa siendo uno de los mayores problemas. Es probable que una política monetaria más suave no aporte demasiado. Por eso, las expectativas están colocadas en lo que pueda suceder la próxima semana entre los negociadores de Estados Unidos y China.

Por el momento, la decisión no será sencilla para los funcionarios de la Reserva Federal.