Los precios al consumidor siguen estancados a nivel global. Los indicadores de inflación parecen estar dándole la espalda al crecimiento económico que se muestra en todo el mundo. La afirmación vale tanto para los Estados Unidos, China y Europa. El problema de la inflación comienza a ser toda una preocupación para las autoridades de los bancos centrales como para los inversores con un mercado de bonos, a nivel global, que supera los 100 billones de dólares. El estancamiento de los precios al consumidor y la inflación que no despega abre signos de interrogación sobre los alcances de la recuperación económica.
Diferentes miradas sobre la inflación
El panorama se presenta confuso. De un lado, los indicadores muestran un crecimiento de los precios de los insumos, pero esto no se refleja en los precios finales a los consumidores que, además, siguen mostrando cautela en sus conductas de compras. Las promesas de grandes inversiones en infraestructura y recortes fiscales por parte de la administración de Donald Trump parecen haber quedado en un limbo desde donde no logran hacerse realidad, lo mismo ocurre con el resurgir de las fábricas en China, ambas cuestiones consideradas los motores de un crecimiento en los precios.
Para Michael Soul de Marketfield Asset Management, éste sigue siendo un período de acumulación por parte de la economía global que intenta salir de la crisis y ha comenzado un proceso de recuperación de los insumos que, en el tiempo, se trasladará a los precios finales, alimentado la inflación.
Sin embargo, desde China, los informes no son alentadores y un informe privado de Caixin Media y Markit Economic muestra en la lectura del PMI efectuada por el gobierno de los subcomponentes para los precios tuvieron una brusca baja. Los indicios de contracción son evidentes y se espera que los informes de precios de las fábricas chinas, previsto para el viernes, sean claves.
El funcionamiento de la economía China es vital para el comportamiento de la inflación, pero no se espera que en los próximos doce meses el impulso provenga desde el país asiático. Se espera una desaceleración de la construcción para el segundo semestre y esto combinado con el excedente de capacidad de la industria, no colaborarán en nada para empujar los precios de las materias primas a nivel internacional. Así opina Louis Kuijs de Oxford Economics.
Ni China ni Estados Unidos
Las promesas de los miles de millones de dólares destinados a financiar obras de infraestructura y la reforma tributaria parecen desvanecerse luego de casi 5 meses de gobierno de Donald Trump. Así las cosas, es poco probable que la inflación en Estados Unidos pueda compensar el estancamiento de precios en China.
Los inversores parecen confirmar estas tendencias. Aquellos que apostaron a una aceleración de la inflación desde finales de 2016, han comenzado a modificar sus posiciones.
Los indicadores de inflación que observa con detenimiento la Reserva Federal, la de los precios preferenciales en abril se ubicó en el 1,7% anual, más debajo de los registros de marzo y febrero que fueron del 1,9% y del 2,1% respectivamente. Lo mismo ocurrió con la inflación que no considera energía y alimentos, que fue más débil desde el 2015.
La situación es similar en Europa, donde los precios al productor subieron el 4,3% anual en mayo y la inflación de precios al consumidor se desaceleró hasta el 1,4%, cuando el mes anterior había registrado un 1,9%. Esto parece darle la razón al presidente del Banco Central Europeo que sostiene que aún es prematura para abandonar los estímulos monetarios.
La inflación baja espera poco de sus motores habituales, hablamos de China y de Estados Unidos. La recuperación económica a nivel global muestra sus debilidades y hasta ahora nadie parece haberle encontrado la vuelta a lo que parece que será el gran tema del próximo período.
¿Y como puede influir esta situación en la Renta Variable?
Buenas tardes José.
La inflación afecta la renta variable, en este caso al mantenerse por debajo del objetivo, indica que la economía no está creciendo de la manera esperada, por tal motivo aún hace falta que el consumo crezca antes de subir tasas de interés. Esto alienta el crecimiento de los índices bursátiles, pero si sucediera una caída en la inflación drástica, impactaría negativamente la bolsa.
Saludos
Juan Maldonado