Los datos correspondientes a la inflación del mes de junio en Estados Unidos encienden las alertas para la Reserva Federal. Los precios al consumidor permanecieron estables durante el último mes del primer semestre, con relación al mes anterior y mantiene lejos del 2% que espera la FED. Los datos obligan a la entidad monetaria a revisar su política de nuevos aumentos de la tasa de referencia. El gasto de los consumidores y la evolución de los precios se muestra de forma contradictoria con la evolución del mercado laboral.

¿Qué está sucediendo con la inflación?

Para el conjunto de los analistas, la economía norteamericana muestra evidentes signos de mejoría, sobre todo los indicadores del mercado laboral. Sin embargo, nada de esto se ve reflejado en la conducta de los consumidores que siguen sin mover el indicador de precios.

La inflación del mes de junio se mantuvo inalterable con respecto al mes de mayo, y medida anualmente se incrementó un 1,4%. Los precios al consumidor reflejaron una caída que ya lleva cuatro meses consecutivos, desde que la inflación de febrero, en términos anuales, indicara un 2,2%.

Los datos aportados por el Departamento de Comercio el martes, tampoco ofrecen un panorama diferente respecto al gasto de los consumidores que se incrementó un 0,1%, pero ajustado a inflación, la variación fue nula.

Uno de los indicadores de inflación preferidos de la FED, el que excluye alimentos y energía – por ser precios de alta volatilidad – se incrementó un 0,1% y parece haber alcanzado una meseta del 1,5% anual. Estamos hablando de un descenso desde el 1,9% que había alcanzado en febrero.

Un enigma sin resolver

Con un mercado laboral que se fortalece mes a mes – se espera para el viernes un nuevo salto en la creación de nuevos empleos – la FED ve como la Curva de Phillips se ha tomado unas largas vacaciones, dejando a las autoridades monetarias con un problema en sus manos.

Los datos de inflación de los primeros dos meses de 2017 habían entusiasmado a los funcionarios de la Reserva Federal, pero luego se estabilizó y no logra alcanzar el objetivo del 2% que esperan en la FED.

Scott Anderson, economista del Bank of West, dijo que el verdadero freno a la inflación lo constituyen el débil crecimiento en los salarios. Por otro lado, considero que sin un desarrollo en el plano salarial va a ser muy difícil que los precios al consumidor logren despegar.

Con relación a los salarios se presenta otro problema, ya que el mercado laboral sigue creciendo, aumentando las dificultades para conseguir nuevos trabajadores.

Los empleadores deberían competir de manera más agresiva por reclutar nuevos trabajadores y una de las principales formas es ofreciendo buenos salarios. Pero nada de esto está ocurriendo.

Para la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen, aún no se puede concluir si la tendencia en la inflación subyacente es a la baja.

Otros, en cambio, como el presidente de la FED de Filadelfia, dijo que la debilidad de la inflación le hizo cuestionarse sin la Reserva Federal debería instrumentar un tercer aumento de tasas este año.

Según el Departamento de Comercio, el gasto del consumidor impulsó el crecimiento de la economía, en el tercer trimestre. El crecimiento del PIB fue del 2,6% ajustado a inflación y 2,2% se lo debe los gastos de los consumidores.