El aumento de los precios al consumidor, en la República Bolivariana de Venezuela, es arrollador. El país sudamericano se encuentra asediado por una política económica que viene provocando una escasez de productos, el desarrollo de un mercado negro y una ruptura de las relaciones sociales que han llevado al país a un caos. La inflación en Venezuela se está comiendo los magros ingresos de la mayoría de sus habitantes que buscan por todos los medios hacerse de los productos de la canasta básica, totalmente inexistentes en las góndolas de los centros de compras.
Inflación y devaluación
A pesar que hace un largo tiempo que Venezuela no cuenta con datos oficiales sobre la inflación, cualquier habitante de ese país puede medirla con bastante rapidez al comparar los precios de los productos de un día para el otro. Los estudios más optimistas, incluidos los del Fondo Monetario Internacional, señalan que durante 2016 la inflación en Venezuela fue cercana al 700%.
Venezuela se encuentra sumida en caos político y económico, del cual resulta muy difícil prever cuál será su desenlace. Uno de los mayores factores que han empujado hacia los niveles más altos del mundo a la inflación, es la devaluación de la moneda. La pérdida de valor del billete es de tal envergadura que el gobierno ha lanzado una nueva política monetaria y han debido quitarle 3 ceros a la nueva moneda.
La devaluación del bolívar con respecto al dólar constituye todo un problema, si tenemos en cuenta que gran parte de los productos de consumo masivo deben ser importados, ya que Venezuela carece de una industria nacional.
La inflación en Venezuela, para que tengamos en cuenta su magnitud, ha motivado que el portal de noticias económicas y financieras, Bloomberg, ante la falta de indicadores por parte del Banco Central de Venezuela, haya desarrollado el “índice café con leche”. Un indicador que mide la evolución del precio de una taza de café con leche – una bebida muy popular en el desayuno de muchos países sudamericanos -, día por día. Desde agosto hasta la fecha, el valor de esa taza de café con leche se ha incrementado un 1.336%.
La inflación en Venezuela y sus perspectivas negativas
Todo el andamiaje de la política económica venezolana se derrumbó con la caída del precio internacional del petróleo. Venezuela es miembro de la OPEP y uno de los principales productores mundiales. Durante muchos años, sobre todo en los que gobernó el presidente Hugo Chávez, la economía estuvo sostenida por una importante renta petrolera.
Una sostenida política de ayuda social a los sectores más vulnerables y el sostenimiento, vía subsidios, de los productos esenciales, desaparecieron de la noche a la mañana con la caída de los precios del crudo.
Las perspectivas para la inflación en Venezuela no son anda alentadoras. Algunos informes presentados ante la Asamblea Nacional – máximo órgano legislativo – hablan de un alza de los precios, en su conjunto del orden del 674%.
El conjunto de esta situación ha habilitado otros desordenes económicos de importancia. La falta de productos en las góndolas ha hecho crecer un enorme mercado negro, basado en el ingreso ilegal de productos, provenientes, en muchos casos de Colombia. Las amas de casa, para obtener productos faltantes, los adquieren a los “bachaqueros”, revendedores que obtienen los mismos por canales ilegales, pagando hasta 8 veces más el precio.
La inflación en Venezuela, combinada con el resto de los factores económicos y políticos han hecho caer el consumo, un 53% en el último año. Nada aparece demasiado claro para la economía venezolana, en su futuro.
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