A pocas semanas de haber asumido el cargo de primer ministro, Boris Johnson enfrenta la primera caída de la economía del Reino Unido en siete años. El Producto Interno Bruto en el segundo trimestre se contrajo más allá de los pronósticos. Los datos dejaron en claro que las perspectivas de un Brexit duro están golpeando a la economía británica. La castigada libra esterlina sufrió hoy la publicación de los datos económicos y opera una nueva caída. Las acciones en Londres también reflejan bajas.

El fantasma del Brexit castiga a la economía del Reino Unido

Adjudicarle todos los males de la economía del Reino Unido al Brexit sería, al menos, mezquino. La isla británica no puede ser la excepción a la regla y a los efectos del divorcio hay que sumarle la incipiente recesión que se cierne sobre la economía mundial.

Sin embargo, la separación del Reino Unido de la Unión Europea es un factor que acrecienta los temores. Si a esos temores le añadimos la llegada al 10 de Downing Street de un partidario del Brexit duro, los miedos aumentan.

La Oficina Nacional de Estadísticas del Reino Unido, difundió este viernes los datos de la economía británica. El informe refleja una contracción del 0,2% respecto al primer trimestre. Se trata de la primera contracción de la economía del Reino Unido en siete años.

Para los analistas, los datos del Producto Interno Bruto actuarán como presión sobre las futuras acciones de Boris Johnson. El flamante primer ministro deberá buscar una salida consensuada antes del 31 de octubre. Esto, si pretende evitar que los datos de la economía sigan bajo presión.

Los datos preocupantes de la economía

A la contracción del 0,2% de la economía del Reino Unido, hay que desglosarla para entender las preocupaciones del empresariado.

Una fuerte caída de los inventarios, por 4.400 millones de libras, privó al Producto Bruto Interno de 2,15 puntos.

La producción industrial se contrajo un 2,3%. El dato adquiere mayor significancia si consideramos que el primer trimestre mostró un importante avance. En este rubro, impactó el adelanto de los cierres de verano en la industria automotriz. La idea era impedir que la fecha original del Brexit, en marzo, afectara los suministros.

El segundo trimestre mostró un descenso en los niveles de inversión empresarial. La baja respecto al trimestre anterior fue del 0,5%. Medida en términos anuales la contracción fue del 1,6%.

Luego del informe de la Oficina Nacional de Estadísticas, la libra esterlina retrocede un 0,51%. En el mercado bursátil, el FTSE 100 opera con una baja del 0,07%.

Con los datos de la economía del Reino unido en la mano, los que ahora deberán tomar acción, son los funcionarios del Banco de Inglaterra. De acuerdo con Mark Carney, la forma en que se produzca el Brexit condiciona las decisiones de la entidad. Aunque hay algo de razón, esto no deja de agregar incertidumbre a los mercados.

Los inversores apuestan a que la tasa del Banco de Inglaterra se recortará 25 puntos básicos en enero de 2020. Sin embargo, el BoE sostiene que un Brexit duro haría bajar a la libra y saltar la inflación. Un escenario de aumento de tasas.

Lo cierto es que, ahora, la economía del Reino Unido se debate en varios frentes. No todo se agota en el Brexit.