En el primer semestre de 2019, la deuda global – pública y privada – llegó a los 250 billones de dólares. Esto representa el 320% del PIB mundial y constituye un potencial riesgo de crisis económica. Estados Unidos y China están a la cabeza del crecimiento del endeudamiento. Los datos surgen de un informe presentado por el Institute of International Finance (IIF). Uno de los potenciales problemas lo constituye el alto nivel de endeudamiento de los Mercados Emergentes. El Fondo Monetario Internacional ha advertido sobre los riesgos implícitos.

Crece la deuda global a medida que la economía se desacelera

De acuerdo con el informe difundido por el Institute of International Finance, durante el primer semestre de 2019, la deuda global creció 7,5 billones de dólares y superó, en forma total, los 250 billones de dólares.

De esta manera, el conjunto del endeudamiento ya representa el 320% del PIB mundial. Por otra parte, el IIF prevé que la deuda global alcanzará, a finales de 2019, los 255 billones de dólares.

La deuda global, integrada por las deudas corporativas, individuales y soberanas, se ha convertido en una preocupación para los economistas y, hasta, para los inversores. Estos altos niveles de endeudamiento podrían anidar el germen de una próxima crisis financiera.

El Fondo Monetario Internacional ha realizado una severa advertencia sobre el crecimiento de las deudas corporativas. Este nivel de endeudamiento se ve favorecido por tasas de interés extremadamente bajas. Una combinación explosiva si se tiene en cuenta la desaceleración económica en marcha. Al respecto señala que el 40% de los 19 billones de deuda corporativa está en riesgo de incumplimiento.

Otra vez Estados Unidos y China

Las dos principales economías del mundo cargan con la responsabilidad del 60% del crecimiento de la deuda global. Las deudas soberanas ya acumulan 70 billones de dólares con una gran participación de la deuda federal de EE. UU. La guerra comercial juega su rol en este crecimiento del endeudamiento.

Alemania, con un proceso de recesión económica en marcha, analiza abandonar su política de “déficit cero” para apoyar un plan de estímulos fiscales.

Otro factor crítico del endeudamiento global es la situación de los Mercados Emergentes. En varios países, el endeudamiento está creciendo vertiginosamente en el sector público. Esto complica la situación de esos países que, frente a la desaceleración económica se ven impedidos de recurrir a los estímulos fiscales.

Uno de los casos más emblemáticos es el de Argentina. El país sudamericano obtuvo el mayor préstamo otorgado en su historia por el FMI. Sin embargo, Argentina enfrenta serias dificultades de pago, con las reservas de su banco central casi agotadas.

La deuda global encuentra otro “motor” de impulso en el mercado mundial de bonos. La deuda global en bonos es de 115 billones de dólares, contar 87 billones en 2009. Los bonos gubernamentales representan el 47% del mercado de bonos, contra el 40% de 2009.

Para el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, el crecimiento de la deuda global no representa un peligro inmediato. Lo que no debe perderse de vista es que esta exposición del endeudamiento global se desarrolla en un cuadro de desaceleración económica. Una combinación poco saludable.