La fábrica de aceros japonesa, responsable de la provisión a numerosas industrias internacionales, Kobe Steel Ltd., se encuentra involucrada en la falsificación de datos referidos a la resistencia y a la durabilidad en varios de sus productos de aluminio y cobre. Kobe Steel es la tercera acería de Japón y el escándalo amenaza con poner en cuestión el prestigio de la industria japonesa. Las acciones de la compañía se derrumbaron el 22% y aún no se puede precisar el costo que deberá afrontar para reparar los daños e intentar recuperar el prestigio.
Kobe Steel y un escándalo de proporciones
La compañía japonesa fabricante de productos de acero para la industria automotriz, aeroespacial y ferroviaria, entre otras, ha admitido que desde sus plantas se falsificaban los datos de resistencia y durabilidad en una serie de productos de aluminio y cobre.
Entre los clientes de Kobe Steel que han denunciado el uso de materiales con certificados adulterados se encuentran Toyota Motor Corp., Subaru Corp. y Honda Motor Corp. y una estimación provisoria indica que el costo de reemplazo de los productos adulterados sería de 133 millones de dólares.
El daño que deberá enfrentar la acería podría ser de una magnitud mayor si se tiene en cuenta la caída de la reputación de la empresa y las posibles acciones legales que se desencadenarían de estos hechos.
Además del derrumbe de las acciones de Kobe Steel – un 22% -, la empresa sufre, ahora, el enorme incremento del costo de su deuda impaga.
Una práctica antigua y extendida
La gravedad del escándalo que envuelve a la fábrica japonesa de productos de acero adquiere mayor relevancia si se tiene en cuenta que un informe de un comité de investigación, encabezado por el propio presidente de la compañía, Hiroya Kawasaki, sostiene que la adulteración se producía en las cuatro plantas locales que posee la firma y esta conducta data desde hace unos 10 años.
Toyota Motor Corp. ha informado que detectó productos provistos por Kobe Steel con certificaciones de calidad falsas en campanas, puertas y áreas periféricas y que se encuentra abocada a detectar los modelos y cantidad de unidades afectadas. Un portavoz de Toyota admitió que el problema es de gravedad.
Los productos sujetos a datos falsificados corresponden a lotes enviados a clientes entre septiembre de 2016 hasta agosto de 2017 y representan un 4% del total de piezas de aluminio y cobre, además de piezas fundidas y forjadas.
Una nómina no difundida de clientes que han recibido piezas con certificación adulterada rondaría las 200 empresas.
La industria japonesa bajo la lupa
El escándalo de Kobe Steel enciende una luz de alerta sobre el conjunto de la industria japonesa. En 2016, una compañía periférica del fabricante de aceros, Shinko Wire Co., debió reconocer que manejaba datos “equivocados” referidos a la fuerza de cables de acero, destinados a la fabricación de resortes.
La delicada situación de Kobe Steel se suma, también, a la que involucra a la firma Takata Corp. que fue acusada en Estados Unidos de suministrar datos falsos a las automotrices, referidos a los niveles de seguridad de sus air bags.
El conjunto de la industria manufacturera japonesa ha sido puesto en cuestión y obligó al Ministerio de Economía, Comercio e Industria nipón a hacer un llamado a la compañía de aceros para que “recupere la confianza de la sociedad en su conjunto, no sólo de sus clientes”.
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