Cuando en febrero de 2018, Janet Yellen deba pasar las llaves de la conducción de la Reserva Federal a su sucesor, Jerome Powell, no continuará siendo parte de la Junta de Gobernadores de la FED, cargo que le pertenece hasta 2019. El anuncio lo hizo la propia Janet Yellen a través de una carta enviada al presidente Donald Trump. Con esta determinación, Donald Trump dispone de un lugar más para ocupar entre los cargos de mayor influencia en la entidad monetaria. El alejamiento total de Yellen deja abierta la posibilidad de un cambio de rumbo en la política monetaria y una economía estadounidense en crecimiento.
La larga trayectoria de Janet Yellen
Janet Yellen llegó a la presidencia de la Reserva Federal de los Estados Unidos en 2014. Antes de ello fue vicepresidenta de la Junta de Gobernadores de la FED, entre 2010 y 2014.
La mandataria saliente fue responsable de la FED San Francisco, con responsabilidades bajo su mando de importantes Estados.
La salida de la FED de Janet Yellen y de William Dudley, responsable de la FED New York, que ocupa un lugar destacado en la Junta de Gobernadores de la FED, le abre las puertas al gobierno de Donald Trump de acomodar las fichas dentro de la entidad monetaria, de acuerdo con los objetivos de su administración.
Pero, cambiar de rumbo una gestión que pude ofrecer diversos logros puede ser una jugada riesgosa que termine perjudicando sal conjunto de la administración y a la frágil recuperación económica que transita Estados Unidos.
La hoja de ruta de Yellen a Powell
Para algunos analistas, la gestión de Jerome Powell podría estar caracterizada por un continuismo de la actual gestión. Con programa gradual de aumento de tasas, de acuerdo con la evolución de los precios y el consumo, y por un meticuloso plan de reducción del balance. Sin embargo, sin Yellen en la Junta de Gobernadores de la FED y con varios cargos a cubrir en esta nueva etapa, podría haber un cambio de rumbo, que fue reclamado en varias oportunidades por el propio Trump.
Janet Yellen deja como herencia una tasa de desocupación del 4,1%, la más baja en 17 años y ya, ese indicador, lleva ocho meses por debajo del estándar de pleno empleo que considera la Reserva Federal.
Sin embargo, la tasa de desempleo baja no se ha traducido en un mayor consumo que pueda apuntalar los precios. La inflación sigue siendo baja, los salarios aún no registran un aumento que sea acorde con la demanda de nuevos trabajadores. El mandato de Yellen no ha logrado cumplir el objetivo de un indicador de inflación del 2%.
Si bien la economía de Estados Unidos se encuentra en pleno proceso de expansión, lo cierto es que ha sido a un ritmo moderado. El crecimiento promedio del Producto Interno Bruto se ubica en el 2% anual, sensiblemente por debajo del 2,8% que se registro durante la mayor parte de la década anterior.
Entre el brillo y las sombras
La salida de Janet Yellen de la presidencia de la Reserva Federal y de la Junta de Gobernadores de la FED deja, también, como saldo un balance positivo para los inversores del mercado bursátil. Los índices del mercado de valores han alcanzado números históricos. El S&P 500 acumula una suba del 15% en lo que va de 2017. Las preocupaciones para los miembros de la Junta de Gobernadores de la FED ahora se ubican en el elevado nivel de valoración de los activos que, según algunas opiniones, puede convertirse en un punto vulnerable.
La política monetaria impulsada por la Reserva Federal ha elevado el nivel de préstamos. Los créditos hipotecarios continúan siendo el principal motivo de endeudamiento de los hogares, pero, se han registrado también incursiones importantes en la toma de créditos para la adquisición de automóviles.
En los últimos 10 años, las deudas corporativas han crecido un 75%. No obstante, este endeudamiento no se ha destinado a mejorar los procesos productivos o los salarios de los trabajadores. La mayor parte de estos créditos han sido utilizados para la recompra de acciones.
Aún resta la aprobación del Senado para que Jerome Powell sea, definitivamente, el sucesor de Janet Yellen, aunque se descuenta que no habrá inconvenientes. Yellen deja definitivamente un escenario que la tuvo como gran protagonista. La Junta de Gobernadores de la FED deberá ajustar, de ahora en más, un funcionamiento que tenga como meta la consolidación de una política monetaria acorde con los tiempos que corren.
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