Los Juegos Olímpicos que se desarrollarán en Japón, Tokio 2020, serán el imponente marco para darle el recibimiento a una nueva criptomoneda, bautizada J-Coin, que lanzarán un conjunto de bancos, con el aval del Banco de Japón. La moneda virtual, que se encuentra en pleno desarrollo, tiene como objetivo fundamental desalentar el uso de efectivo entre la población nipona. El anuncio fue efectuado en septiembre de 2017, pero el crecimiento del mercado de las criptomonedas le da, a la futura moneda virtual, un marco más poderoso para su desarrollo.
Los Juegos Olímpicos Tokio 2020 esperan por J-Coin
Un consorcio de bancos internacionales, liderados por Mizuho Financial Group y Japan Post Bank, se encuentran abocados al lanzamiento de una nueva divisa digital que se incorporará al universo de las criptomonedas. El proyecto, que espera ser lanzado para los juegos olímpicos que se llevarán a cabo en Tokio, en 2020, cuenta con el apoyo del Banco de Japón – la entidad monetaria de ese país – y por los organismos reguladores.
El objetivo principal de J-Coin es que los japoneses puedan disponer de un medio digital de pago en sus smartphones y, de esta manera, desalentar el uso de efectivo. El nuevo token servirá para pagar servicios y adquirir bienes.
De acuerdo con las autoridades japonesas, en la actualidad el 70% de las transacciones se realizan en efectivo. Esto se traduce en mayores costos para los bancos que deben destinar recursos para manejar, transportar y auditar las enormes cantidades de efectivo que se manejan. Estos mayores costos también afectan al gobierno debido a que la mayoría de estas transacciones en efectivo no están registradas y determinan un importante monto de evasión fiscal.
El grupo de bancos que interviene en el lanzamiento de J-Coin creen que la nueva divisa podría incorporar unos 90 millones de dólares a la economía del país asiático. La tasa de intercambio de J-Coin será de uno a uno con el yen.
Una criptomoneda con respaldo
El apoyo brindado tanto al proyecto como al objetivo de este, por parte del banco central y los organismos reguladores, no es un dato menor en momentos que Japón acaba de ser sacudido por el robo de más de 500 millones de dólares en criptomonedas a la plataforma de intercambios Coincheck Inc. El robo puso al descubierto la ausencia de protocolos de seguridad adecuados por parte de las plataformas.
El impulso que están recibiendo los proyectos que apuntan hacia un mundo sin efectivo, gana cada vez más terreno. Un dato estadístico señala que desde 2011 el uso de efectivo ha disminuido un 27% en Suecia, resultado del uso de medios digitales de pago como Swish. Lo mismo ocurre con Dinamarca a través de MobilePay.
J-Coin no está sólo. Bancos de la envergadura de HSBC, Barclays y Santander, están trabajando en el desarrollo de una moneda de liquidación universal, basada en una tecnología similar a la del bitcoin.
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