Falta poco tiempo para que los países miembros de la OPEP tengan que decidir si extienden el plazo de su programa de reducción de la producción diaria de crudo. Desde la decisión de noviembre de 2016, diversos factores han transformado a la decisión en una casi nulidad. Los precios del petróleo no se han incrementado en forma esperada y por si esto fuera poco, uno de los principales socios de la OPEP, Irak, ha venido saboteando el acuerdo de reducción.
¿Por qué Irak sabotea los acuerdos?
Desde la aplicación del programa de reducción, los resultados no han sido todo lo que se esperaba. Si bien, en el mes de noviembre, cuando la OPEP decidió reducir su producción diaria de barriles – acompañado por Rusia – el precio del crudo se recuperó casi un 20%, la posterior caída en la demanda y el crecimiento de la producción de petróleo de esquisto por parte de Estados Unidos, los precios volvieron a caer.
En medio de este cuadro, que presiona para una extensión del plan de reducción hasta el 2018, el segundo mayor productor de petróleo que integra la OPEP, Irak, viene incumpliendo de manera sistemática los acuerdo. Durante el primer trimestre del año, este país ha bombeado 80.000 barriles diarios de petróleo por encima de acuerdo. Simultáneamente con esto, los principales campos se están expandiendo, incrementando la capacidad productiva de Irak.
Luego de años de combates con el Estado Islámico, Irak ha quedado sumergido en una profunda crisis económica y las necesidades de hacer frente a su enorme deuda actúa como acicate para desconocer los acuerdos.
El presente de los recortes en la producción
La falta de resultados tangibles, hablando de precios, ha puesto en cuestión la política de reducción de la producción por parte de los miembros de la OPEP. Si precio de Brent se hubiera logrado acomodar en un rango entre los 50 y 60 dólares por barril, tal vez habría un aliciente para considerar, pero no es lo que está ocurriendo.
Del recorte de 1,2 millones de barriles diarios, Irak cumplió el 61% de los objetivos de reducción, aunque no fue el único, Arabia Saudita apenas alcanzó el 57% durante el primer trimestre, pero el mes de abril sobre pasó los objetivos.
Para Robin Mills de Qamar Energy, una empresa con sede en Dubái, es poco probable que Irak cumpla con más objetivos de reducción durante el segundo semestre y, por el contrario, todo indicaría que incrementará su producción, empujada por el aumento estacional del consumo doméstico.
El último acuerdo fue firmado a desgano por las autoridades iraquíes, que luego de los conflictos armados y de la ocupación por parte de Estados Unidos en 2003, ha recibido trato preferencial y estaba exento de cumplir con cuotas, con el objetivo de ayudar a la reconstrucción de este país.
Ahora resta ver si los acuerdos de reducción que se establezcan para el segundo semestre serán cumplidos por Irak. Sin embargo, para algunos especialistas ya no basta con los niveles actuales de reducción. Para los analistas de Think Markets U.K. habría que elevarlos al doble y esto entraña el riesgo de evadir los compromisos de reducción por parte de más miembros de la OPEP y al no existir un mecanismo de “castigo” por incumplimiento, el acuerdo puede convertirse en letra muerta.
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