La tecnología del fracking ha convertido a los Estados Unidos en el principal productor de crudo y de gas, a partir del petróleo de esquisto, del mundo. Sin embargo, los inversores han tomado acciones para exigir a los productores que ajusten sus cálculos para empezar a generar las ganancias que justifiquen las inversiones. Menos apertura de pozos y más rentabilidad es lo que están exigiendo. Estos ajustes a la producción de petróleo de esquisto podrían modificar el panorama en el mercado petrolero.
Inversores salen a presionar
La producción de petróleo de esquisto, a partir del uso de la fractura hidráulica, ha provocado una verdadera transformación en los Estados Unidos. En una década se ha convertido en el principal productor mundial de petróleo y de gas, poniendo en cuestión el liderazgo de los países miembros de la OPEP.
Pero, contradictoriamente, las inversiones en la producción de petróleo de esquisto se han transformado, para los inversores en un pésimo negocio. De acuerdo con los datos suministrados por FactSet, en la última década, las acciones de las empresas explotadoras de petróleo de esquisto han caído un 31% cuando en el mismo período el índice S&P 500 experimentó un incremento del 80%. Según la misma fuente, las empresas perforadoras han gastado 280 mil millones de dólares más de lo que han generado. Estos números ponen muy nerviosos a los accionistas.
Estos datos impulsaron una reunión en New York de los doce accionistas más importantes de las compañías perforadoras y que reúnen un 5% del total de las acciones del rubro, dentro de las 20 compañías más importantes de producción de shale-oil.
Los inversores han amenazado con retirarse del negocio si las compañías de perforación no acceden a disciplinarse de acuerdo con las necesidades de beneficios del negocio. Están exigiendo una mayor disciplina financiera. Los inversores apuntaron sus cañones a las enormes compensaciones que reciben los CEOs por los aumentos de producción. Los responsables de financiar estos emprendimientos están reclamando menos bombeo y más dividendos.
Los reclamos a los productores de petróleo de esquisto
Para la consultora especializada en energía, Wood Mackenzie, treinta empresas son responsables del 70% de la producción de petróleo de esquisto de los Estados Unidos y la solución matemática es bastante sencilla, aunque difícil de implementar: reducir los suministros y empujar los precios hacia arriba.
Un caso ilustrativo es el de la compañía Anadarko Petroleum Corp. Esta empresa dispone de un efectivo de 6 mil millones de dólares y los inversores estaban preocupados por el destino que se les daría a esos fondos. Los temores se basaban en que fueran destinados a nuevas aventuras exploradoras, cuando las acciones de la empresa han caído casi un 40%. En una reunión en Texas, en septiembre, los directivos fueron consultados sobre esto y se negaron a dar detalles, lo que motivo la retirada de algunos inversores de la reunión.
Anadarko pareció recibir el mensaje, ya que una semana después de la reunión, informó que destinaría 2,5 mil millones de dólares a la recompra de acciones y no a nuevas perforaciones.
El barril de petróleo ha aumentado 3 dólares en las últimas semanas y un precio de 57 dólares por barril parece alentar a los inversores, aunque no alcanza para compensar las pérdidas del pasado.
El petróleo de esquisto en Estados Unidos
Con el boom de la tecnología de fractura hidráulica, la producción de petróleo en los Estados Unidos ha crecido en 4,6 millones de barriles diarios en la última década.
Las compañías productoras de petróleo de esquisto han señalado, de forma reiterada, que están próximos a generar flujos de caja positivos. Pero eso es algo que viene escuchándose desde hace varios años y nunca parece llegar el momento.
Wood Mackenzie considera que, si los precios del barril se mantienen en los actuales precios, será muy difícil que las compañías productoras puedan generar esos flujos de caja positivos. La consultora estima el costo del barrio del petróleo de esquisto en una cifra cercana a los 50 dólares.
Los pozos que bombean petróleo de esquisto se “secan” con bastante rapidez, esto impide amortizar los costos de perforación y los productores se ven obligados a salir en la búsqueda de nuevas perforaciones. A esto debemos sumarle que las compañías productoras de shale-oil pagan cifras exorbitantes por las tierras que arriendan para la explotación.
FactSet informó en un análisis de las condiciones de la explotación del petróleo de esquisto que la compañía Pioneer Natural Resources Inc. calculaba su costo de producción por barril en 2,25 dólares. Claro que, en ellos no incluía impuestos, gastos generales y la creación de un fondo para la apertura de nuevos pozos. Es así como los números de esa compañía indican que en 2016 gastó 1,24 dólares por cada dólar que le ingresó, el resultado final fue una pérdida anual de 556 millones de dólares.
Producción en aumento, ganancias estancadas
Si la producción de petróleo de esquisto continúa aumentando, el año 2018 será récord con 10 millones de barriles diarios. También, en los últimos meses el precio de barril de crudo se ha venido incrementado, a medida que la OPEP reduce sus existencias. Sin embargo, el precio de las acciones de las compañías de energía está lejos de acompañar estos incrementos.
Los reclamos por parte de los inversores han obligado a las compañías productoras de petróleo de esquisto a comunicar planes de retorno de la inversión o recomprar acciones, en lugar de destinar el dinero a nuevas perforaciones.
En Wall Street, a pesar de la fuerza de los reclamos efectuados por los inversores, no ven con optimismo un cambio en la forma de actuar de las compañías perforadoras. Lo que ocurra con la producción de petróleo de esquisto es observado con atención en el mercado petrolero global.
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