En el horizonte inmediato de los hombres encargados de conducir la política monetaria de los Estados Unidos, dos temas dominan la agenda: la reducción de su balance – 4,5 billones de dólares en diversos activos – y el destino de la tasa de referencia. El último informe de empleos, difundido el viernes en base a datos suministrados por el Departamento de Trabajo, seguramente podrá reavivar algunos debates y cambiar algunas estrategias en la Reserva Federal.

Un informe de empleos que puede alterar planes

El informe de empleos suministrado por el Departamento de Trabajo ha mostrado que le ritmo de contrataciones continúa sólidamente, aunque algo más débil que los meses anteriores. La nómina de empleos no agrícolas creció en 156.000 nuevos puestos, algo menos que los 180.000 puestos que de promedio de los meses anteriores. Para los analistas, estos datos no deberían alterar los futuros planes inmediatos de comenzar con la reducción del balance de la Reserva Federal.

Pero, al escudriñando detrás de los datos, es probable que los debates de las próximas reuniones políticas de la Reserva Federal deban atender cuál será la agresividad con la que deberá encararse la política de tasas de intereses.

Detrás de lo que se presenta como sólido, aparecen ciertas debilidades que deben ser consideradas. La revisión de los dos meses anteriores del informe de empleos redujo en 41.000 puestos los informados inicialmente.

Por el lado de loso ingresos, el informe dio cuenta que el crecimiento anual fue del 2,5%. Si bien es levemente más elevado que años anteriores, el crecimiento de los salarios muestra poca aceleración y esto impacta de forma negativa en los niveles de consumo.

El informe de empleos señala un ritmo de crecimiento menor de la proporción de personas en edad de trabajar en los primeros años de vida activa que se encuentran trabajando. La tasa de participación no se ha modificado con relación al mes pasado y se mantiene en 62,9%. La tasa de desempleo se elevó de 4,3% en julio a 4,4% este mes.

El informe de empleos es una rara combinación de fortalezas y debilidades y, teniendo en cuenta que no se exhiben perspectivas de salida de hacia una fortaleza que permita inferir en un crecimiento de salarios y precios, probablemente algunos halcones deban reducir sus expectativas.

Otros informes que impactan

El informe difundido el miércoles por el Departamento de Comercio, al igual que el informe de empleos, muestra claroscuros que obligan a la FED ha tomar algunos recaudos a la hora de diseñar los futuros pasas respecto a la tasa de referencia.

El Departamento de Comercio dio que la tasa anual de crecimiento se expandió en el segundo trimestre hasta el 3%. Pero, un día después dejó en claro que el indicador de inflación preferido de la FED se mostró casi sin cambios en julio. Por su parte, los indicadores de la inflación subyacente se encuentran en niveles poco relacionados con datos del informe de empleos.

La próxima reunión de FOMC prevista para septiembre, posiblemente nos brinde algunas nuevas pistas de cómo la FED encarará este problema de crecimiento del empleo y un consumo casi planchado. Luego de eso, la Reserva Federal podrá disponer de tres meses más de informes si quiere cumplir sus planes e instrumentar una nueva suba de tasas en diciembre.

El informe de empleos y los números generales de la economía rompen, en cierta forma, con los moldes tradicionales donde se desarrollaban los debates. Nuevas ideas deberán iluminar escenarios hasta ahora poco explorados.