La ronda de negociaciones entre China y Estados Unidos que se realizó en Beijing no parece haber dado pasos firmes. El encuentro que busca superar la guerra comercial que enfrenta a las dos mayores economías del mundo continúa en el plano de las demandas. La oferta realizada por China de llegar a un déficit comercial cero en 2024 es tomada con recelo por la Casa Blanca. Las autoridades norteamericanas han puesto el foco en cuestiones más profundas que la compra de productos. Ahora se espera que los representantes comerciales chinos lleguen a Estados Unidos para continuar las conversaciones.

El ofrecimiento de China para superar la Guerra Comercial

Los negociadores del gobierno de Xi Jinping pusieron sobre la mesa una arriesgada oferta para superar la guerra comercial. El gobierno chino ofreció a Estados Unidos un plan de incremento de las importaciones de productos norteamericanos para arribar en 2024 al déficit comercial cero. Recordemos que en 2018 el saldo de la balanza comercial fue de 323 mil millones de dólares a favor del país asiático.

La propuesta, que obtuvo el entusiasmo de los inversores haciendo subir los índices bursátiles el viernes, es observada con desconfianza por Estados Unidos. El problema radica en que las demandas norteamericanas no se limitan al intercambio de productos.

Sin embargo, los representantes de Donald Trump redoblaron la apuesta y reclamaron a China que reduzca los plazos a dos años. El acuerdo implicaría que China aumente las compras de bienes norteamericanos en 1 billón de dólares durante el período.

Para los observadores, la oferta supone varios obstáculos ocultos. El primero de ellos está vinculado con un corrimiento del déficit comercial. Si China resolviera incrementar sus compras de porotos de soja a Estados Unidos deberá reducir sus compras a países como Argentina o Brasil, incrementado los desequilibrios en estos países.

Otro punto de importancia es la capacidad de Estados Unidos para absorber la mayor demanda. La oferta implicaría un incremento de la superficie cultivada, en el caso de la soja. Si China aumenta su demanda de aviones Boeing, la compañía deberá estar dispuesta a poner en pie una nueva planta de producción. Algo similar ocurre con la industria automotriz. Esto son tres productos que China se ha ofrecido a incrementar sus compras.

De esta manera, la oferta china para superar la guerra comercial aparece de difícil cumplimiento.

Las demandas norteamericanas

La administración de Donald Trump ha puesto el foco en las negociaciones en otros puntos sensibles.

Para los emisarios norteamericanos, el robo de propiedad intelectual es un reclamo de primer orden. China obliga a las empresas extranjeras radicadas en el país asiático a entregar tecnología que, luego, replicarán las empresas chinas para abordar el mercado.

En este punto, las negociaciones ingresan en un callejón sin salida. A los reclamos norteamericanos para ponerle fin a robo de propiedad intelectual, China responde con una negativa de los hechos. El gobierno asiático reclama que Estados Unidos presente pruebas concretas sobre el robo.

La guerra comercial se coloca, de esta manera, en una acción que está aún muy lejos de superarse. Ambos gobiernos encaran las negociaciones con objetivos muy disímiles. Mientras China pone el acento en los niveles de intercambio de productos, Estados Unidos continúa con sus reclamos de cese del robo de propiedad intelectual y transferencia forzosa de tecnología.

En los devenires en los que se encuentra la guerra comercial, aparecen atrapados los inversores y los consumidores. Los primeros esperan que las negociaciones tomen el rumbo de acuerdos pequeños pero efectivos. Que se alcance un alivio a la situación de aranceles. Por parte, los consumidores ven como la guerra comercial provoca un incremento en los precios de los productos.

La precaria tregua alcanzada por los dos países en Argentina, durante la Cumbre del G-20 corre riesgos.

La Casa Blanca espera que los negociadores chinos lleguen a Washington con propuestas más efectivas. La próxima ronda de negociaciones se realizará los días 30 y 31 de enero ¿Habrá avances?