El presidente Donald Trump dispuso, de manera subrepticia, aranceles por 50 mil millones de dólares a las importaciones chinas. La medida es una nueva escalada del conflicto comercial que enfrente a ambos países. Ahora, la guerra comercial parece estar más cerca y los mercados sienten el golpe. Las autoridades chinas respondieron de inmediato y señalaron que tomarán medidas de igual magnitud, además de dejar sin efecto las concesiones ofrecidas hace algunas semanas.
La guerra comercial, cada vez más cerca
Poco duró el tono conciliador de hace unos días que mostró el presidente Donald Trump. Su administración acaba de anunciar aranceles por 50 mil millones de dólares a las importaciones provenientes de China. 34 mil millones comenzarán a aplicarse a partir del próximo 6 de julio.
Desde el gobierno chino respondieron con rapidez e indicaron que replicarán con medidas de igual intensidad y escala. Además, aseguraron que los compromisos que habían anunciado hace algunas semanas, para distender las relaciones comerciales, quedarán inmediatamente sin efecto.
Pero, las amenazas no quedaron allí. Desde la Casa Blanca ya han anunciado que, si China toma represalias, impondrán aranceles adicionales. Donald Trump ya solicitó un paquete extra de aranceles por otros 100 mil millones de dólares.
Robert Lighthizer, Representante de Comercio de Estados Unidos, dijo que espera que China “no adopte medidas temerarias” y que esta escalada en los aranceles lleve a nuevas negociaciones con el país asiático. No parece haber indicios, al menos por ahora, de que China esté abierta a nuevas negociaciones en medio de tanto fuego cruzado.
La United State Trade Representative (USTR) ha dado a conocer una lista de 1.102 productos provenientes de China que serán afectados por los nuevos aranceles. La mayor parte de ellos corresponden al programa “Made in China 2025”. Estos rubros son aquellos donde quieren convertirse en líderes mundiales. Estamos hablando de robótica, industria automotriz, aeroespacial y maquinaria. Han quedado fuera del listado de la Oficina Comercial los televisores y teléfonos móviles.
Voces en contra
Uno de los principales argumentos de la administración Trump, para justificar esta escalada en la guerra comercial, es el robo, por parte de China, de secretos comerciales de alta tecnología a los que Donald Trump denominó “las joyas de la corona estadounidense”.
Las voces de rechazo a las medidas adoptadas por el gobierno norteamericano se hicieron sentir dentro de Estados Unidos. Para el presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, el gobierno está contrarrestando las prácticas desleales de China, cargando los costos sobre los consumidores, los agricultores, fabricantes y ganaderos.
Para algunos analistas, agitar la guerra comercial, se produce en un momento equivocado. China es un aliado necesario para las negociaciones con Corea del Norte y esto podría obstaculizar el camino iniciado con la cumbre Trump-Kim.
Estados Unidos pretende equilibrar un déficit comercial que mantiene con China y que llega a los 375 mil millones de dólares. Pero, una guerra comercial entre las dos principales economías del mundo sólo podría conducir a un camino sin retorno que termine poniendo un freno al proceso global de crecimiento económico.
Deja tu comentario