Una fuerte medida de choque ha tomado el presidente de la República Popular China al recortar el financiamiento bancario a empresas para inversiones en el extranjero. La medida adoptada por el gobierno de China pretende evitar que un conglomerado de empresa, con fuertes lazos políticos con el gobierno, siga cargando sobre la deuda china un conjunto de inversiones que considera desmedidas. El gobierno de China ha puesto en marcha toda su maquinaria estatal para evitar que esas inversiones en el extranjero continúen presionando sobre el yuan.
Dalian Wanda Group en la mira del gobierno de China
Con el aval del presidente Xi Jinping, el gobierno de China ha resuelto cortar el financiamiento bancario para inversiones extranjeras a una de las más influyentes empresas privadas chinas. Se trata de Dalian Wanda Group.
Además de Wanda, la medida alcanza a otras tres importantes empresas: HNA Group Co., Anbang Insurance Group y Fosun International Ltd. Lo llamativo es que todas estas empresas han exhibido fuertes lazos con las autoridades gubernamentales chinas.
Las compañías que han caído bajo el radar del gobierno de China, desde el año 2015 han acumulado 55 mil millones de dólares en adquisiciones fuera del gigante asiático. Es evidente que la medida ha sido un golpe fuerte, ya que, según los observadores, Wang Jianlin – fundador de Wanda – ha estado vendiendo activos y pagando préstamos bancarios.
Es cierto que, durante muchos años, el gobierno de China ha alentado a las empresas privadas de su país a salir al mundo de compras. Una fuerte política de inversiones en el extranjero. Ahora, las autoridades consideran un alto riesgo el creciente nivel de apalancamiento de estas empresas, con un financiamiento bancario que, finalmente, termina cargándose sobre la deuda china.
La burocracia del gobierno de China sale de cacería
Un conjunto de grandes empresas privadas chinas ha estado acumulando, durante estos años, una enorme cantidad de capital y, por supuesto, un importante grado de influencia que es considerado un desafío al férreo control que el gobierno de china pretende mantener sobre la economía del país.
La nueva orientación del gobierno chino, en materia de estímulos a las inversiones, está vinculado con promover a nuevas empresas y compañías pequeñas, además de fortalecer la presencia de las poderosas empresas estatales.
Hace diez años, la participación de empresas privadas chinas en las inversiones en el extranjero era prácticamente nula. En el año 2016, esa participación representó el 50% de total del gasto fuera del país, cifra que cayó al 36,9% en 2017. Estos datos fueron suministrados el American Enterprise Institute, a través de Derek Scissors.
El gobierno de China ha tenido que disponer de más de un billón de dólares para tratar de estabilizar a su propia moneda. Es por eso, que los diversos organismos del Estado han salido a ejercer fuertes controles monetarios para las divisas que salen del país y a analizar detalladamente las inversiones en el extranjero, muchas de las cuales son consideradas “desmedidas”.
Dalian Wanda Group pagó 3,5 mil millones de dólares por la compañía productora de películas de Hollywood “Legendary Enterteinment”. Anbang pagó 2 mil millones de dólares por el hotel Waldorf Astoria en Estados Unidos y llegó a ofertar 14.000 millones por una cadena de hoteles.
Las autoridades del gobierno de China consideran estas inversiones sobrevaloradas y son pagadas con préstamos bancarios obtenidos en bancos chinos, aumentado la deuda y la presión sobre el yuan.
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