Finalmente, Donald Trump lo hizo. El presidente norteamericano anunció, en una conferencia conjunta con su par Peña Nieto, un acuerdo comercial bilateral. El acuerdo deja afuera a Canadá, aunque ambos mandatarios “invitan” al país a sumarse. Con o sin Canadá, el Nafta como acuerdo comercial trilateral ya casi no existe como tal. Donald Trump ha logrado cumplir su promesa. Inició el fin de lo que él considera el “peor tratado firmado por EE. UU.”. Tanto México como Estados Unidos han jugado una carta basada en el apuro político de ambos países. La canciller Chrystia Freeland ha dicho que sólo firmarán si es bueno para su país.
“No se llamará Nafta…”
Aunque las fuentes señalan que hace cinco semanas que ambos países vienen intercambiando ideas para el acuerdo, todo apareció como muy improvisado. Este lunes, desde el Salón Oval de la Casa Blanca, Donald Trump anunció un nuevo acuerdo bilateral entre Estados Unidos y México. El presidente norteamericano estuvo acompañado por una comunicación telefónica con Enrique Peña Nieto, presidente de México.
El acuerdo fue pergeñado sin la presencia del tercer socio del Nafta, Canadá. Y, aunque los firmantes expresaron sus esperanzas de sumar a Trudeau al nuevo pacto, lo cierto es que existe una suerte de extorsión para modificar de raíz los acuerdos del Nafta.
Donald Trump hasta se atrevió a jugar con el nombre. El presidente dijo que el nuevo acuerdo se llamará Acuerdo Comercial de los Estados Unidos-México y que, de ninguna firma, se usará el nombre Nafta ya que es una mala referencia por los perjuicios ocasionados a EE. UU.
Estados Unidos y México se apresuraron a firmar este acuerdo bilateral que, en caso de sumarse Canadá, reemplazará al Nafta por razones muy concretas. Enrique Peña Nieto deberá dejar su puesto de presidente y será sucedido Andrés López Obrador. Los mentideros políticos de México dan cuenta que el futuro presidente no asegura la firma del tratado.
Por su parte, las elecciones de medio término a realizarse en noviembre en Estados Unidos, podrían sumar escaños para los demócratas. Lo que podría convertirse en un obstáculo para las aspiraciones comerciales de Trump.
¿Qué hará Canadá?
La Casa Blanca espera que el Congreso apruebe el acuerdo con México. Pero, la incorporación posterior de Canadá requerirá de una nueva aprobación. Desde adentro de la frontera canadiense han aclarado que cualquier modificación al pacto existente requiere la firma de ese país. Por su lado, Estados Unidos podría invocar una cláusula de retiro del Nafta, con un preaviso de seis meses.
Peña Nieto, quien se comunicó con el premier canadiense, ha señalado que existe buena voluntad por parte del mandatario para sumarse al acuerdo. Sin embargo, la canciller Freeland ha dicho que “Solo firmaremos un nuevo Nafta que sea bueno para Canadá y bueno para la clase media”.
Con el acuerdo firmado con México, Donald Trump exhibe su primera victoria real en medio de la guerra comercial desatada contra el Nafta, China y la Unión Europea.
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