De paso por Florida, donde pronunció un discurso en la Universidad de South Florida Sarasota-Manatee, el presidente de la FED de New York, William Dudley, dejó algunos interesantes conceptos que reflejan un posible cambio en el pensamiento de los hombres que integran el FOMC. Dudley se refirió a la política de estimulo fiscal, al destino del balance de la Reserva Federal y a las perspectivas económicas a nivel global. Siempre que un funcionario de la entidad monetaria se expresa en público traza un panorama del pensamiento reinante entre sus colegas.

El estímulo fiscal podría poner fin a los riesgos de crecimiento

Para el presidente de la FED de New York, la política de estímulo fiscal podría alejar los riesgos que aún corren, tanto el crecimiento como la inflación. Una política de este tipo podría impulsar en el mediano y largo plazo, ambos parámetros por la senda del crecimiento.

Si las palabras tienen un valor, más deben considerarse en política y economía. Por eso, las pronunciadas por William Dudley deben analizarse con toda la profundidad que amerita el momento económico. Lo primero que se debe concluir es que existe un cambio en cuanto a las expectativas por parte de las autoridades de la Reserva Federal. En 2016, los miembros del FOMC consideraban que el existía un fuerte riesgo potencial para que el crecimiento y la inflación entraran a un terreno bajista. De allí, que la FED sólo modificó la tasa de referencia una sola vez en el año.

Pero lo más interesante tiene que ver con el estímulo fiscal. La política, o mejor dicho deberíamos decir los proyectos políticos, de la actual administración respecto al estímulo fiscal navegan por un mar de incertidumbres. Entonces, las palabras de William Dudley respecto a la política fiscal del gobierno de Trump suenan más como un llamado a la acción que como una futura alabanza.

En una segunda lectura, llama al gobierno a reforzar las tendencias de crecimiento, mediante una reforma fiscal.

Tasas, inflación y balance

Cuando llega la hora de hablar de las tasas, los hombres de la FED parecen llamados a su terreno favorito, de hecho, ha sido la principal arma de combate de la actual política monetaria. Según Dudley, hay bastante consenso entre los integrantes del Comité Federal del Mercado Abierto respecto a la cantidad de subas posibles de las tasas durante el año – dos más – ya que la inflación comienza a acercarse a la meta del 2%. Recordemos la predilección de la FED por poner la mira en la inflación subyacente, que excluye alimentos y energía, que se ubicó en el último registro en 1,7%.

Para la FED la política de estímulo fiscal, al reforzar las tendencias al crecimiento y la inflación, podría abrir la puerta para que la Reserva Federal comience a reducir su balance, que hoy asciende a 4,5 billones de dólares. Este es, quizás, uno de los desafíos más delicados que enfrenta la entidad presidida por Janet Yellen.

En la opinión de William Dudley, una vez que la política de tasas de interés esté más avanzada, podrá comenzar a reducirse el balance de la FED y apuntar los cañones al aumento de las tasas a corto plazo, para definitivamente salir de una política monetaria de excepción.