A lo largo de su historia, Estados Unidos puede ofrecer muchos récords, es considerada la primera potencia mundial. Su PBI es el más alto del mundo, cuenta con el ejército más sofisticado del planeta. Pero, al perecer, en materia de progreso social ha quedado relegado al puesto número 18 y esto lo ubica en un país de segundo nivel. Un estudio llevado a cabo por una entidad mundial independiente y sin fines de lucro ha realizado una extensa encuesta, considerando diversos indicadores para establecer el progreso social de los habitantes de distintos países. Los resultados del estudio abren la posibilidad de un gran debate en materia de calidad de vida de los habitantes.

Estados Unidos cae a un segundo nivel

El estudio para determinar el progreso social fue llevado a cabo por Social Progress Imperative, una entidad con sede en Estados Unidos y sin fines de lucro. El objetivo del estudio es determinar el estado de la salud, la protección del medio ambiente y la lucha contra la discriminación como formas de vida cotidiana de la población. Para ello, se toman 50 indicadores, varios de los cuales son considerados, también, en otros estudios de bienestar.

Algunas investigaciones similares son el estudio de felicidad, donde Noruega, Dinamarca e Islandia encabezan los resultados sin inconvenientes. Otro, es el conocido Estudio de Lancet sobre desarrollo sustentable, en el cual Islandia, Singapur y Suecia ocupan los tres primeros lugares y Estados Unidos el puesto 28.

El índice de Progreso Social no tiene por objetivo relevar cuánto y cómo se gasta en materia de bienestar, sino establecer cómo la población recibe y vive su estado de bienestar. E términos generales, Estados Unidos se ha estancado como la mayoría de los países ricos. Los países escandinavos han vuelto a dar un salto de calidad en materia de progreso social y Dinamarca encabeza el ranking.

¿Habrá llegado el momento de reflexionar?

Es cierto que muchos descreen de este tipo de informes y las conclusiones que de ellos se obtienen. Social Progress Imperative realiza este estudio con la colaboración de autoridades estatales de diferentes niveles.

Entre las conclusiones del informe se dice que Estados Unidos “no está respondiendo a las necesidades humanas básicas, equipar a los ciudadanos para mejorar su calidad de vida, proteger el medio ambiente y brindar oportunidades para que cada uno tome decisiones personales y alcance su máximo potencial”.

Los puntos más débiles que ha puesto al descubierto el informe de bienestar y progreso social son “tolerancia e inclusión” y “salud y bienestar”. Nada que deba sorprendernos en momentos que se espera una profunda reforma en el sistema de salud de alcances impredecibles.

La riqueza, aclaran las autoridades de SPI, y un alto PBI no es la garantía de crecimiento en cuanto a bienestar y progreso social. Aunque el nivel económico contribuye fuertemente a lograr un mejor bienestar, no es el principal impulsor de una buena calidad de vida.

Estados Unidos deberá revisar este segundo nivel y su puesto 18 en progreso social. Ser la primera potencia mundial requiere de un pueblo feliz para disfrutar de ello.