La investigación por una supuesta intromisión del gobierno ruso en las elecciones en Estados Unidos, que consagraron a Donald Trump presidente del país, adquiere cada vez más profundidad y amenaza golpear en la línea flotación de la administración. Hasta el momento existen dos acusaciones vinculadas con hombres de la campaña de Donald Trump, pero las vinculaciones con el gobierno de Vladimir Putin hasta el momento no han sido comprobadas. Cada paso de la investigación por la intromisión en las elecciones en Estados Unidos deja entrever un entramado donde la piratería informática está jugando un papel principal.
Rusia y las elecciones en Estados Unidos
Las agencias de inteligencia encargadas de llevar adelante las investigaciones sobre una supuesta participación de Rusia en las elecciones en Estados Unidos han arribado a una primera conclusión en la que señalan que el gobierno encabezado por Vladimir Putin dispuso de recursos para interferir en la campaña electoral.
El objetivo de esta intromisión era provocar rechazo y pérdida de votos a la candidata del Partido Demócrata, Hillary Clinton, y favorecer el triunfo de Donald Trump. Para ello, señalan las agencias, las personas reclutadas por Putin se basaron en la piratería, filtrando correos electrónicos, y con la creación de miles de cuentas falsas en las redes sociales para influir en el electorado.
Lo que aún no se ha comprobado es que esta acción de interferencia del gobierno ruso en las elecciones en Estados Unidos haya sido acordada con el comité de campaña de Donald Trump, con alguien de su círculo directo o con él mismo.
Los inconvenientes en la investigación
Actualmente, las investigaciones por la intromisión rusa en las elecciones en estados Unidos están a cargo de Robert Mueller, un ex director del Federal Bureau of Investigation, quien fue reclutado para dirigir la investigación.
El reclutamiento de Mueller vino unos días después de que el presidente Donald Trump despidiera al que, en ese momento, era el director del FBI, James Comey.
El despido de Comey puso a Donald Trump en el centro de la investigación, ya que Comey ha señalado que el propio Trump le pidió que abandonara la investigación que vinculaba a Rusia y al comité de Trump con una participación irregular en las elecciones en Estados Unidos.
El futuro del escándalo con Rusia
A medida que la investigación avanza, comienzan a ser escrutados varios hombres vinculados al entorno directo de Donald Trump. Entre los más comprometidos en las investigaciones se encuentra quien fuera el presidente de la campaña de Trump en las elecciones en Estados Unidos, Paul Manafort. Pero, las principales miradas también alcanzan al hijo del presidente, Donald Trump Jr. y su yerno, Jared Kushner.
Los escándalos por la participación de Rusia en las elecciones en Estados Unidos comenzaron con la divulgación, por parte de WikiLeaks, de filtraciones desde el interior del Comité Nacional del Partido Demócrata, desde donde se habría intentado influir a los votantes, en las elecciones primarias, para favorecer a Hillary Clinton, en detrimento de Bernie Sanders.
A partir de allí, comenzó a desenvolverse una trama, que hoy es objeto de investigación, que incluyó la divulgación por parte de Julian Assange, de una serie de correos electrónicos que vinculaban al gobierno ruso con la campaña de Trump para influir en las elecciones en Estados Unidos.
Hasta el momento no existen certezas acerca si el presidente mismo está siendo investigado, pero el intempestivo despido de James Comey abre un gran signo de interrogación.
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