El comercio mundial se mueve, sin ningún lugar a dudas, gracias al enorme despliegue del Transporte Marítimo de carga. Miles de buques surcan los océanos llevando desde petróleo hasta golosinas. Hoy, la industria del transporte marítimo se encuentra ante una profunda encrucijada ya que el 1° de enero del año 2020 entrará en vigencia el conjunto de normativas dispuestas por la Organización Marítima Internacional, destinadas a controlar la emisión de contaminantes por parte de los buques mercantes, sobre todo, de azufre. Los costos y los plazos para la readecuación de las naves pueden convertirse en un serio problema que termine afectando las operaciones logísticas y los costos de los productos.

Transporte marítimo, el motor del comercio mundial

Las nuevas normas de seguridad ambiental, aprobadas por la OMI y la ONU, entrarán en vigencia el primer día de 2020 y el objetivo es disminuir dramáticamente las emisiones de azufre de los motores de los buques de carga. Para ponerle un número al problema, la adaptación de los motores o el cambio de combustibles afectará a 90 mil buques mercantes que transportan el 90% del comercio mundial. El costo de la aplicación de las normas podría llegar a 60 mil millones de dólares.

Al transporte marítimo se le presentan dos alternativas para el cumplimiento de las nuevas disposiciones: la primera es que los buques mercantes cuenten con depuradores de combustibles en sus motores, que eliminen los contaminantes. La segunda alternativa está referida a las refinerías de petróleo, que deberán elaborar un combustible para la industria del transporte marítimo que cumpla con las exigencias. Cuando entren en vigencias las disposiciones, las emisiones de azufre deberán caer de 3,5 a 0,5.

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¿Qué va a pasar con el transporte marítimo?

El dato que ya se conoce es que la instalación de un depurador podría costar alrededor de 4 millones de dólares, dependiendo del tipo de motor lo cual significa un alto impacto para una industria que ha visto caer su rentabilidad en un 70% desde la crisis de 2008. En la actualidad, un buque mercante gana un promedio de 9.800 dólares diarios, hace diez años ese número era de 34.000 dólares.

Según Iain Mowat, de Wood Mackenzie, ni la industria del transporte marítimo ni las refinerías están haciendo lo suficiente para llegar en condiciones al 2020 y esto se refuerza con la previsión de la Agencia Internacional de Energía que cree que para 2020, sólo el 2,20% de los buques habrá instalado depuradores.

Las refinerías opinan que un nuevo tipo de combustible, adaptado a las nuevas normas, podría llegar a tener un costo 3 o 4 veces superior al combustible que se usa en la actualidad.

Por el lado de las refinerías, el problema radica en el hecho que una readecuación podría llegar a tener un costo de mil millones de dólares y la demora podría llegar a los cinco años.

Para la mayor parte de los analistas, la OMI deberá considerar la posibilidad de un período de transición, de lo contrario, luego del brindis de fin de años y de despedir el 2019, tal vez nos encontremos con un verdadero caos en la logística del transporte marítimo.

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