El reporte sobre el mercado laboral estadounidense presentado este viernes por el Departamento de Trabajo mostró dos caras diferentes. De un lado, las contrataciones fueron menores a las estimaciones de los economistas. Del otro lado, una sorpresiva baja en la tasa de desempleo que la ubica en la menor de los últimos 50 años. Además, los salarios crecieron más lentamente. Los datos muestran signos de enfriamiento para el mercado laboral que venía mostrándose sólido. El impacto del informe abre la puerta para que la Reserva Federal analice un nuevo recorte en la tasa de referencia.
¿Se enfría el mercado laboral estadounidense?
El reporte del mercado laboral de septiembre era esperado con ansiedad por economistas e inversores. Informes previos daban cuenta de la posibilidad de un enfriamiento de las contrataciones.
Finalmente, el informe presentado este viernes por el Departamento de Trabajo, confirmó en parte los temores de una desaceleración en las contrataciones. Las nóminas agregaron 136 mil nuevos puesto durante septiembre. Las proyecciones iniciales estimaban unas 145 mil nuevas contrataciones. Se confirmaba, de esta manera, los informes parciales que se habían publicado.
Sin embargo, lo que resultó sorpresivo fue la caída en la tasa de desempleo. El informe oficial establece el porcentaje de desempleados en un 3,5%. Se trata del registro más bajo de los últimos 50 años.
Con respecto a los salarios, el informe del mercado laboral estadounidense da cuenta de un menor crecimiento en la medición interanual. El promedio interanual de crecimiento fue del 2,9%. En tanto, en el comparativo mensual, los salarios se mantuvieron estables.
Un escenario particular para la Reserva Federal
Los datos difundidos el viernes sobre el estado de salud del mercado laboral estadounidense van a ofrecer un sinnúmero de complejidades a los analistas y a la FED. Datos que aparecen, en una primera lectura como contradictorios, serán los que deberán justificar las próximas decisiones de la Reserva Federal.
Los analistas insisten en que salarios con menor crecimientos, menos contrataciones y una producción industrial debilitada, son los indicios de una desaceleración económica. Para ellos, los efectos de la guerra comercial comienzan a sentirse.
No obstante, esta sorpresiva baja en la tasa de desempleo, le da margen a la Reserva Federal para dilatar en el tiempo una nueva baja en la tasa de referencia.
La tasa de subempleo también registró una baja. El porcentaje de trabajadores de tiempo parcial pasó del 7,2% en agosto, al 6,9% en septiembre.
Los que sí decidieron darle una chance a la solidez del mercado laboral estadounidense fueron los inversores. Luego del informe, los indicadores bursátiles registraron importantes alzas. El S&P 500 subió un 1,42%. El Dow Jones Industrial Average, lo hizo el mismo porcentaje y el Nasdaq trepó un 1,70%.
Los contratos de futuros de acciones norteamericanas también operan en alza. Los inversores se permiten, ahora, dudar de un recorte inmediato de las tasas de interés. Pero, al parecer nadie quiere apostar todas sus fichas a los activos de riesgo. Los bonos del Tesoro volvieron a subir y su rendimiento perdió dos puntos básicos y se ubicó en el 1,51%.
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