Parece que la principal entidad financiera alemana, no logra encontrar el camino que lo saque del laberinto de pérdidas que viene sufriendo desde hace años. 8.000 millones de euros, para ser exactos, fueron las pérdidas que El Deutsche Bank tuvo desde 2015. Ahora, a través de su CEO, John Cryan, ha anunciado una serie de cambios en su política de ajustes. El Deutsche Bank emitirá una nueva tanda de acciones, finalmente no se desprenderá del Postbank y pondrá toda su atención en el mercado interno alemán.
Un cambio de rumbo
El Deutsche Bank ha anunciado importantes cambios en su política dirigida a superar las importantes pérdidas sufridas, incluidas las motivadas por demandas judiciales en los estrados de Estados Unidos.
Durante todo el desarrollo de la crisis, El Deutsche Bank expresó que no tenía la necesidad de pedirle a sus accionistas una inyección de capital. Al parecer, un baño de realidad ha tocado las fibras de los directivos del banco, que han anunciado una nueva emisión de acciones con las que espera obtener 8.000 millones de dólares.
Luego de anunciar que vendería su participación en el Postbank, uno de los principales bancos minoristas, con 14 millones de clientes, El Deutsche Bank ha vuelto sobre sus pasos y la entidad, cuya participación del 30% fue adquirida en 2008, se queda. Nada hay de glamoroso en esta decisión, simplemente el Deutsche no logró conseguir comprador, ni siquiera fronteras afuera.
En el Deutsche Bank ascienden nuevos jugadores
Cryan ha designado dos nuevos vicepresidentes, encargados de llevar adelante los nuevos lineamientos del banco. Marcus Schenck – Director Financiero – y Christian Sewing – Jefe de operaciones alemanas – son las nuevas estrellas en el firmamento del banco y, tal vez, los posibles sucesores de John Cryan, si este decidiera no continuar al frente, al término de su contrato.
El Deutsche Bank ha comenzado a reorganizar su equipo de directores, reforzando su nuevo perfil enfocado al mercado interno de Alemania. Atrás quedaron los sueños de convertirse en uno de los principales actores en el mercado global y ahora podrá toda tu atención en la práctica que lo supo tener como el principal banco alemán: los clientes de su propio país.
Ajuste en marcha
Además de la nueva emisión de acciones, que parece no dejar contentos a nadie, ya que en el mercado el valor del Deutsche Bank no deja de caer, la entidad tiene previsto reducir su nivel de gastos de 24.100 millones de euros a 22.000 millones para el 2018 y otros mil millones más para 2021. Reestructuración de operaciones y cambios en la estructura de personal serán la base de este ajuste.
Por otra parte, el Deutsche Bank tiene pensado vender los activos de su banca de inversión, esto le permitiría obtener unos 2 mil millones de euros.
Los anuncios realizados no parecen conformar a nadie, y La nueva emisión de acciones ha puesto nerviosos a los actuales accionistas que ven reducir su participación. Desde Qatar, donde se concentran el 10% de los accionistas, han hecho oír sus voces. El Banco ha dicho que compensará a los tenedores de acciones, anunciando el pago de un dividendo de 0,19 euros por acción.
El giro hacia una política que contemple una visión “más alemana” es la que el Deutsche Bank espera sea la receta del éxito, pero no hay ninguna garantía de ello. Veremos cómo continúa esta novela.
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