Aunque en términos prácticos la separación del Reino Unido de la Unión Europea aún no ha comenzado, ya se puede observar cierto grado de incertidumbre, de cara al futuro, con lo que pueda suceder. Una de las principales ramas comerciales que ve con preocupación las posibles consecuencias que pueda aparejar el Brexit para sus negocios, es la industria gastronómica. Los restaurantes y bares de Londres son parte de la gran actividad que posee la ciudad. Los precios de los alimentos y de los vinos han aumentado de manera considerable y la ya de por sí cara oferta gastronómica teme que esto pueda afectar sus movimientos.

Escenarios contradictorios

El año 2016 se caracterizó por un fuerte impulso en la industria gastronómica. Hubo una gran cantidad de nuevos restaurantes que abrieron sus puertas, las grandes cadenas aumentaron sus locales y, aunque algunos consideran que esto podría continuar por esta senda, ven en el horizonte, posibles contratiempos que aparezcan cuando el Brexit comience a ejecutarse.

La mayor parte de los restaurantes de Londres cuentan con personal, en todas las áreas de trabajo, que provienen de diversas partes del mundo. Chefs, camareros, mozos, recepcionistas, provienen de distintos lugares de Europa y temen que el Brexit pueda endurecer las políticas con respecto al derecho a trabajar de los extranjeros.

La devaluación de la libra esterlina, con respecto al dólar, que viene produciéndose desde la votación, ha afectado de manera considerable los precios de insumos importados. En el caso de los vinos, esos incrementos alcanzaron el 10%.

Para abril, el gobierno británico ha dispuesto un fuerte aumento del impuesto conocido como Tasa de Negocio. Según especulan algunos propietarios, el efecto será muy fuerte. Café Murano, uno de los más reconocidos, ubicado en Cover Garden, impactará un 46% más, la cifra anual que deberá desembolsar por este concepto se ubicará en 196 mil dólares.

Perspectivas: cenando con el Brexit

Lo cierto es que algunas cadenas y prestigiosos restaurantes han comenzado a tomar distintas medidas para enfrentar el alza de los costos. Algunos han comenzado a trasladar cada aumento a la factura de los comensales, pero esto de ninguna manera puede ser una política a largo plazo. La industria gastronómica del Reino Unido es una de las más caras del mundo y tiene un gran anclaje en el turismo internacional que, finalmente, terminará optando por las cadenas de comida rápida que aún mantienen precios internacionales.

Otros sectores han encarado los recortes en otros rubros. Uniformes, mantelería, etc. tratando que los aumentos sean más digeribles.

Un dato que se ha vuelto muy preocupante y que afecta a los restaurantes, luego que se votara a favor de ejecutar el Brexit, es que, en los últimos 3 meses, el número de trabajadores provenientes de la UE se redujo más que en los últimos 5 años. Para que tengamos dimensión del impacto que el Brexit puede provocar, un restaurante ubicado en el London Hilton cuenta con un plantel de 70 trabajadores. Sólo 2 de ellos son británicos.

Si nos salimos un poco del rubro gastronómico, bancos, entidades financieras, sectores de inversiones, como JPMorgan o el HSBC, han comenzado a elaborar planes para relocalizar a su personal en otras sucursales de Europa.

Pero no todo es preocupación, algunas cadenas continúan con su política de expansión y creen que finalmente, una vez producido el “divorcio RU-UE”, éstos llegaran a acuerdos que permitirán que la situación no se modifique ¿Será así?

No olvide leer otras noticias click aquí